El ministro de Justicia, Néstor Osuna, afirmó el jueves 20 de octubre que la política de drogas que está diseñando el Gobierno del presidente Gustavo Petro no incluye la legalización de la cocaína.
Así lo dijo Osuna durante la presentación del informe anual de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc, sigla en inglés) según el cual, los cultivos de coca en el país crecieron un 43 % en 2021, año en que fueron registradas 204.000 hectáreas sembradas mientras que en 2020 esa cifra fue de 143.000 hectáreas.
"El Gobierno Nacional está formulando, diseñará y pondrá en ejecución una nueva política de drogas que no incluye la legalización de la cocaína", expresó el alto funcionario.
En ese sentido, Osuna señaló que "ese cambio es posible que algún día en el mundo se llegue a construir, es posible que algún día el comercio, la producción y el tráfico de cocaína tenga un régimen semejante al del alcohol, pero no es inmediato".
Por ello, dijo, el Gobierno "no va a promover ni va a modificar la legislación en el sentido de legalizar el tráfico y el comercio de cocaína".
"La política antidrogas del Gobierno Nacional va en otro sentido, va hacia aspectos de pacificación del territorio, trato no penal a los campesinos cultivadores de hoja de coca, sustitución de cultivos y promoción en la agenda internacional de la necesidad de un cambio de política de drogas", expresó.
Por su parte, la directora regional de la Unodc para la Región Andina y el Cono Sur, Candice Welsch, afirmó que "en 2021 se presentó un aumento en el área sembrada con coca del 43 %, llegando a 204.000 hectáreas sembradas".
Dijo además que "se estima que el potencial de producción" de clorhidrato de cocaína del país "es de 1.400 toneladas" anuales, lo que supone un aumento del 14 % con respecto a 2020.
Estas cifras, añadió Welsch, son las más altas registradas en los 22 años que el Sistema Integrado de Monitoreo de Cultivos Ilícitos (Simci) de la Unodc lleva presentando su informe anual.
Al respecto, Osuna manifestó que esto es "una muestra visible, evidente, del fracaso de la guerra contra las drogas".
"Se evidencia también que las vulnerabilidades territoriales han sido y siguen siendo factores determinantes que facilitan que los fenómenos de ilegalidad se enquisten en el territorio y que aumente la dependencia de las comunidades hacia las economías ilícitas", señaló.