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En Colombia, los taxistas se enfrentan a una sanción económica considerable si se niegan a prestar el servicio público sin una causa justificada. Esta normativa, que ha generado preocupación en el gremio, está estipulada en el Código Nacional de Tránsito y tiene implicaciones económicas para los conductores que no respeten la obligación de atender a los pasajeros.
¿Cuál es la multa por negarse a prestar servicio?
Según lo establecido en la resolución 3027 de 2010 del Ministerio de Transporte, cualquier taxista que se niegue a transportar a un pasajero sin una razón válida podría enfrentar una multa severa.
Este comportamiento, que en ocasiones ha sido motivo de quejas por parte de los usuarios, podría alterar el orden público si se convierte en una práctica recurrente. En este sentido, el Código Nacional de Tránsito en el numeral E.02 establece que "negarse a prestar el servicio público sin causa justificada, siempre que dicha negativa cause alteración del orden público", será motivo de sanción.
Las autoridades han intensificado el control sobre esta práctica, que si bien en muchos casos ocurre de manera informal y no siempre tiene una justificación razonable, se considera una infracción que afecta la disponibilidad y el acceso al transporte público para los ciudadanos.
Para aquellos taxistas sorprendidos en esta conducta, la multa puede ser de hasta 45 salarios mínimos legales diarios vigentes. Una cifra significativa es lo suficientemente alta como para hacer que los taxistas piensen dos veces antes de rechazar un pasajero sin una razón válida.
¿Qué sucede si un taxista rechaza a un pasajero?
Existen varias razones válidas por las cuales un taxista podría rechazar a un pasajero, tales como cuestiones de seguridad personal, mal estado del vehículo o la imposibilidad de prestar el servicio debido a problemas técnicos.
Sin embargo, rechazar a un pasajero sin justificación, como por ejemplo negarse a ir a una zona determinada o evitar viajes largos, puede ser motivo de multa.
Los usuarios, por su parte, han manifestado en diversas ocasiones su inconformidad con la actitud de algunos taxistas que se niegan a llevarlos a destinos cercanos o populares, dando como excusa que "por allá no voy". Este tipo de respuestas, aunque comunes, son consideradas irregulares y sujetas a sanción si se demuestra que la negativa carece de justificación.
Protección para los usuarios: control de la situación
El gobierno ha implementado medidas para garantizar que los usuarios reciban un servicio adecuado y que se respete su derecho a utilizar el transporte público.
En este sentido, se han intensificado los controles y las campañas informativas para sensibilizar tanto a conductores como a pasajeros sobre las normas y sanciones que rigen el servicio de taxis.
En las principales ciudades del país, se han colocado más patrullajes y se han establecido mecanismos de denuncia para que los ciudadanos puedan reportar casos de conductores que se nieguen a prestar el servicio. Las autoridades de tránsito también realizan inspecciones más frecuentes, lo que ha dado lugar a una disminución de los casos de rechazo a pasajeros, aunque aún persisten.
El gremio de taxistas ha manifestado su preocupación por las multas, ya que algunos consideran que estas sanciones podrían afectar su capacidad de trabajo, especialmente en momentos de alta demanda o en áreas donde la competencia con otras plataformas de transporte, como Uber o Didi, es más fuerte. Sin embargo, las autoridades argumentan que estas medidas están diseñadas para garantizar un servicio justo y de calidad para los usuarios.
De hecho, las plataformas de transporte también están sujetas a controles similares, y en ciertos casos, los conductores de aplicaciones como Uber y Didi podrían ser requeridos a permitir que las autoridades revisen sus celulares en caso de que se sospeche que están infringiendo las normas de tránsito.