Los aficionados al k-pop lo hicieron de nuevo. En este momento, las dos tendencias más populares de Twitter Colombia son los hashtags #YoApoyoalEsmad y #YoApoyoalaFuerzaPública, pero no por los motivos esperados por todos, especialmente por los usuarios con afiliaciones de derecha que comenzaron a impulsar estas tendencias sin saber que recibirían este ataque.
En realidad, en lugar de mensajes de apoyo a la Policía Nacional y el Escuadrón Móvil Antidisturbios, que se han visto envueltos en escándalos por presunto uso excesivo de la fuerza durante las protestas en el marco del paro nacional, los trinos alojados con este hashtag están atiborrados de fancams: fotos y grabaciones aficionadas de presentaciones, ensayos y bailes de los artistas populares de Corea del Sur.
La categoría habla específicamente sobre contenidos que se concentran en uno de los integrantes de estas populares bandas mientras están en el escenario.
El fenómeno de las fancams no es nuevo: en realidad, se ha convertido en su forma de conectar con otros k-popers y constantemente causa risas agridulces entre los usuarios de las redes, muchos de los cuales realmente no están interesados en el k-pop y no entienden por qué se postea una fancam en un contenido no relacionado, por lo cual ven estos videos como spam.
Sin embargo, el fenómeno de los fancams dio un giro social en los últimos meses: recientemente es usado para debilitar tendencias aparentemente indeseables.
Por ejemplo, cuando apareció el hashtag #WhiteLivesMatter, una forma que las derechas encontraron para contrarrestar el movimiento #BlackLivesMatter y lo sacaba de su contexto histórico y social, el ejército de amantes del k-pop en el mundo comenzaron a subir todo el contenido alojado en sus computadores y teléfonos para que las personas realmente interesadas en el contenido del hashtag no pudieran interconectarse con el contenido relevante.
Asimismo, la devoción y disciplina virtual de los k-popers ha llegado a sabotear escenarios reales: el ejército de amantes de este género se puso de acuerdo mediante la red social TikTok para hacer una reserva masiva de boletas del rally que el expresidente Donald Trump llevaría a cabo en la ciudad de Tulsa. El resultado fue más de un centenar de asientos vacíos y el innecesario alquiler de una pantalla a las afueras del lugar, bajo el entendido de que el sitio excedería su capacidad.