Una de las noticias que más impacto generó en la prensa latinoamericana esta semana fue la muerte, "presunta" hasta la fecha, de Seuxis Pausias Hernández Solarte, alias 'Jesús Santrich', uno de los rostros más visibles de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
El primer anuncio lo hizo el 18 de mayo la revista colombiana Semana, y le siguió el diario El Expediente del mismo país. Ambos medios afirmaron palabras más o menos: Santrich fue abatido en Venezuela.
La primera autoridad en pronunciarse fue el ministro de Defensa de Colombia, Diego Molano, quien dijo que "información de inteligencia" señalaba que Santrich murió en "presuntos enfrentamientos" con grupos delincuenciales, ocurridos el lunes 17 de mayo en Venezuela.
Sin reportar
Tres días después, en entrevista con Sputnik, Molano reiteró que se encontraban verificando la información y destacó que "hasta que no se verifique no podría ser reportada por el Gobierno colombiano".
Por parte de las autoridades venezolanas el silencio ha sido ensordecedor. Sputnik ha consultado a innumerables fuentes sin lograr confirmar si el suceso realmente habría ocurrido en este territorio.
"Lo único cierto es que está muerto", han sido las únicas siete palabras que ha logrado conseguir Sputnik de una fuente cercana al Gobierno venezolano.
Desde que se dio a conocer la noticia no oficial de la muerte de Santrich, el presidente Nicolás Maduro ha hablado a diario por el canal estatal, Venezolana de Televisión. Sin embargo, en ningún momento se ha pronunciado respecto a la muerte del exguerrillero, al que siempre se refirió con estima.
Incluso, en julio de 2019, el mandatario venezolano, reconocido por su rol en la firma de los acuerdos de paz entre el Gobierno de Colombia y las FARC, generó polémica cuando dijo que Santrich e Iván Márquez eran bienvenidos en su país.
"Iván Márquez y Jesús Santrich son bienvenidos a Venezuela y al Foro de Sao Paulo cuando quieran venir, son los dos líderes de paz", dijo Maduro en ese momento y reiteró el rol de ambos en la consecución de la paz en Colombia.
Estas declaraciones fueron polémicas porque un año antes Márquez había desaparecido y en junio de 2019, Santrich, tras posesionarse como legislador se esfumó. En ese momento el representante de las FARC había logrado salir de la cárcel y librarse de un pedido de extradición de Estados Unidos por narcotráfico.
No obstante, el país norteamericano no se había detenido en su afán por juzgar a Santrich y hace una semana había conseguido luz verde por parte de la justicia colombiana.
Ante esto, y la falta de información oficial sobre la muerte de Santrich se han producido numerosas especulaciones: ¿estará realmente muerto?, ¿habrá muerto en Venezuela?, ¿si murió fue en medio de un enfrentamiento con grupos delincuenciales, disidencias de las FARC, comandos colombianos o militares venezolanos? Todo ello se ha dicho, pero nada se ha confirmado.
Única versión
A última hora del 18 de mayo, un comunicado de la Segunda Marquetalia, disidencia de la extinta FARC, confirmó la muerte del ex guerrillero, y hasta este texto fue difícil de localizar, solo unos pocos medios habían logrado verlo y capturarlo, pues a minutos de su publicación la web colapsó, y no fue hasta horas después que volvió a ser visible y difundido por un canal de este grupo en la red social Telegram.
Las afirmaciones de la Segunda Marquetalia fueron aún más graves que las versiones anteriores, pues estos aseguraron que comandos del ejército de Colombia entraron a territorio venezolano el 17 de mayo y mataron, no solo a Santrich, sino también a sus acompañantes.
"Informamos a Colombia y al mundo con dolor en el corazón, la triste noticia de la muerte del comandante Jesús Santrich, integrante de la Dirección de las FARC-EP, Segunda Marquetalia, en una emboscada ejecutada por comandos del ejército de Colombia el 17 de mayo", informó el grupo armado.
En el texto, se especifica que el suceso ocurrió entre El Chalet y la vereda (sector) Los Laureles, que asegura sería en la Serranía del Perijá, una zona fronteriza montañosa y rural de muy difícil acceso.
Además, el grupo afirma que Santrich iba en un vehículo que fue atacado con fusilería y explosiones de granadas, y que le habría sido cortado un dedo.
No obstante, el Gobierno de Venezuela, siempre reactivo y defensivo ante cualquier intento de violación a su soberanía, tampoco se pronunció ante esta información.
El hombre de 53 años, al que muchos se refieren como dogmático y cuya imagen será recordada por sus característicos lentes oscuros, bastón y cuello cubierto por un pañuelo palestina (Shemagh), volvió a desaparecer, y aún resulta difícil confirmar si esta vez fue para siempre.