El canciller encargado, Luis Gilberto Murillo, reveló que el Gobierno estudiaba "desde hace mucho tiempo" la decisión de romper relaciones diplomáticas con Israel, anunciada el miércoles por el presidente Gustavo Petro por lo que llamó "genocidio" contra los palestinos.
"Hemos estado estudiando esto desde hace mucho tiempo, el presidente se pronunció desde octubre del año pasado sobre esta posibilidad porque el comportamiento del Gobierno de Israel en lo que está sucediendo en Gaza, obviamente, es inaceptable", expresó Murillo a periodistas en Bogotá.
Petro, firme defensor de la causa palestina, anunció el miércoles en su discurso ante los trabajadores reunidos en la Plaza de Bolívar de Bogotá por el Primero de Mayo, que rompería relaciones diplomáticas con Israel.
"Aquí delante de ustedes, el Gobierno del cambio, el presidente de la república, informa que mañana se romperán las relaciones diplomáticas con el Estado de Israel (...) por tener un Gobierno, por tener un presidente genocida", expresó el mandatario.
En ese sentido, Murillo recordó que el pasado 25 de marzo el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó por primera vez y tras cuatro intentos fallidos previos una resolución en la que se pide inequívocamente un alto el fuego en la guerra de Gaza, que ha causado la muerte a más de 34.000 personas.
Entonces el Consejo pidió "un alto el fuego inmediato durante el mes de ramadán (que terminaba el 9 de abril) y que conduzca a un alto el fuego duradero", al tiempo que pide -pero no lo vincula- "la liberación inmediata e incondicional de todos los rehenes" en manos de Hamás.
"El presidente fue claro que si eso no se cumplía, esa resolución, Íbamos a movernos a esa siguiente etapa. No se cumplió, se esperó", añadió hoy Murillo.
Por esa razón, el Gobierno informará hoy a la embajada de Israel en Bogotá el alcance de la ruptura de relaciones diplomáticas, pero subrayó que no va dirigida contra el pueblo israelí ni contra la comunidad judía.
La decisión de Petro de romper relaciones diplomáticas con Israel, recibida con satisfacción por el grupo islamista Hamás y agradecida por el presidente palestino, Mahmud Abás, ha causado duras críticas y preocupación por el impacto que tendrá en las relaciones políticas, económicas y comerciales entre los dos países.
Murillo recordó además que el Gobierno "ha condenado y rechazado las acciones" de Hamás, que "se han caracterizado como barbáricas".