
Pasan los días y aún las autoridades no saben lo que sucedió en realidad con Tatiana Hernández, la joven estudiante de medicina de 22 años que desapareció el pasado 13 de abril de 2025, tras salir del Hospital Naval de Bocagrande donde realizaba su internado.
La última vez que fue vista, un video la muestra sentada en las rocas frente al mar, vestida con un short y una camiseta blanca. Sin embargo, testigos han señalado que la vieron en compañía de un hombre desconocido, lo que ha levantado sospechas sobre su posible implicación en su desaparición.
Recientemente el abogado de la familia, Antonio Hernández Torres se pronunció sobre una de las hipótesis que manejan las autoridades hasta el momento. Según explicó, con base en las investigaciones independientes realizadas hasta ahora, se descarta que la joven se habría ahogado, una versión que había circulado en los primeros días tras su desaparición.
El caso ha generado gran conmoción tanto en Cartagena como en Bogotá, donde familiares, amigos, compañeros de universidad y ciudadanos preocupados realizaron una marcha masiva para exigir la pronta aparición de Tatiana. La movilización partió de varios puntos y tuvo como destino el parque de Usaquén, en el norte de la capital.
Una marcha con esperanza
Con pancartas llenas de mensajes de fe, camisetas con el rostro sonriente de Tatiana y megáfonos para hacer oír su voz, decenas de personas se unieron en una manifestación que buscó no solo mantener viva la memoria de la joven, sino también presionar a las autoridades para que intensifiquen la búsqueda.
“Ya son más de 20 días esperando a nuestra prima, hermana, sobrina, hija, amiga, estudiante, médica. Nosotros les pedimos a las autoridades que no cesen la búsqueda, que busquen por todos los rincones de Cartagena, de Colombia y del mundo entero a nuestra linda Tati. Ella merece la libertad”, expresó con emoción Andrea Hernández, prima de la joven desaparecida.
Avances en la investigación y ayuda internacional
Mientras tanto, en Cartagena, sus padres no han parado un solo día de buscarla. El abogado Antonio Hernández aseguró que están llevando a cabo investigaciones independientes y que, hasta ahora, todo indica que Tatiana no se habría ahogado, como inicialmente se sugirió.
“He descartado la hipótesis de que Tatiana se ahogó, por supuesto, porque estas son aguas tibias, calientes y el cuerpo emerge máximo de 8 a 12 días”, explicó Hernández. Este razonamiento científico, basado en las características del agua en la zona y el tiempo transcurrido, abre nuevas líneas de investigación.
Adicionalmente, el abogado de la familia anunció que se están gestionando solicitudes ante organismos internacionales para obtener ayuda tecnológica especializada que permita avanzar en el caso. Esta asistencia podría incluir herramientas de rastreo, análisis forense digital y colaboración con agencias especializadas en desapariciones.
Tatiana: una joven brillante y con futuro
Tatiana Hernández no solo era médica, sino también una joven brillante que recientemente había ganado una beca para continuar sus estudios en España. Su desaparición no solo ha dejado un vacío profundo en su familia y círculo cercano, sino que también ha encendido las alarmas sobre los riesgos que enfrentan jóvenes profesionales en Colombia.
“Para que todas las personas que saben o conocen algo sobre su paradero, no duden en hablar de ella”, dijo Valeria Carvajal, una amiga cercana, durante la manifestación en Bogotá. El llamado es claro: cualquier información puede ser crucial para dar con su paradero.
La familia de Tatiana ha sido enfática en pedir que las autoridades colombianas no bajen la guardia y mantengan activo el proceso de búsqueda. Las exigencias también apuntan a mayor coordinación entre entes locales y nacionales, así como un enfoque más técnico y especializado en la investigación.
Este caso ha despertado un debate más amplio sobre la atención que se da a los casos de personas desaparecidas en el país. La familia insiste en que Tatiana no debe ser una cifra más, sino un llamado urgente a mejorar los protocolos y actuar con mayor celeridad ante casos similares.
La incertidumbre continúa, pero también la esperanza. Tatiana Hernández es hoy el rostro de miles de mujeres desaparecidas cuya historia exige justicia y compromiso.