Gastronomía y tradición, el encanto por descubrir de los Llanos Orientales
Villavicencio, la puerta de entrada a los Llanos Orientales, se alza como un destino turístico de gran potencial, combinando la exuberante belleza de la sabana tropical con una riqueza cultural y gastronómica única. Esta región, que se extiende majestuosamente al este de los Andes, invita a los viajeros a descubrir sus secretos a través de experiencias inolvidables que abarcan desde la aventura extrema hasta el deleite culinario.
Situada estratégicamente al pie de la cordillera Oriental, Villavicencio no solo actúa como un puente entre Bogotá y los Llanos, sino que también brilla con luz propia. Sus calles vibran con la energía de un centro urbano que honra sus raíces llaneras. Los alcaravanes, las arpas, los sombreros, son símbolos comunes que engalanan la vida diaria y que, junto a la hospitalidad de los llaneros, invitan a descubrir ese mitológico llano, lleno de tradición y sabor.
Un destino por descubrir que ahora, tras la puesta en operación de la frecuencia diaria Bogotá - Villavicencio - Bogotá por parte de la aerolínea Satena, le permitirá a muchos otros colombianos, y visitantes extranjeros, adentrarse de lleno en el pegajoso zapateo del joropo, en los desafiantes sones de la música llanera y el sabor latente del machuque (amasijo de plátano con chicharrón), la arepa de arroz con pisillo de carne seca y, para acompañar, canelazo con hinojo.
“Que esta sea la manera de mostrarle a mucha gente que allá hay una zona muy bonita para visitar, que estamos transformando a Villavicencio para que sea una ciudad turística (...) Tenemos infraestructura turística, tenemos ecoturismo y una cantidad de eventos de tipo nacional e internacional que nos permiten visibilizar a Villavo”, ha destacado al respecto el alcalde de la capital del Meta, Alexander Baquero.
No obstante, además de la riqueza cultural, la biodiversidad también ha jugado un papel determinante para hacer del Llano un imperdible destino turístico. El turismo responsable, amigable con las especies nativas, también ha abanderado la llegada de visitantes, ansiosos por conocer la vida salvaje de las dantas, los chigüiros, los monos y las babillas.
En esa línea, y de la mano de los agrestes paisajes de los llanos orientales, la práctica de deportes extremos también ha atraído a los deportistas que, en ríos y lagunas, disfrutan del ambiente natural mientras canalizan su adrenalina en prácticas como el rappel, la cabalgata, el canopy y otras.
Varios parques de la región han enfilado sus esfuerzos a satisfacer estos intereses para los turistas, mientras se crea conciencia sobre la necesidad de conservar los ecosistemas e importantes tradiciones como la recogida de ganado, los cantos y el trabajo del campo. Ejemplo de ello es Tiuma Park, un parque temático que ofrece a los viajeros la posibilidad de vivir una experiencia llanera de la mano de cabalgatas, un safari por diferentes escenarios de la geografía llanera, y también espacios para la adrenalina como la Misión Delta, un complejo de tirolesas y puentes colgantes de más de 1.600 metros.