¿Quién quebró al San Francisco de Asís? Exdirector rompe su silencio
En Colombia Profunda se dejó en evidencia el estado lamentable en el que se encuentra el Hospital San Francisco de Asís de Quibdó, el centro médico más importante en todo el Chocó. Camillas abandonadas y oxidadas, hacinamiento de pacientes, paredes con pintura levantada, huecos, construcciones a medio terminar, moho e incluso equipos de oxígeno que amenazan con dejar de funcionar, hacen parte de los hallazgos.
Toda esta crisis está antecedida por malos manejos sistemáticos del hospital, pero también por la acción gubernamental que se ha limitado a intervenir al hospital a través de la SuperSalud y se rehúsa a dotarlo con equipos diagnósticos que le permitan volverse resolutivo a largo plazo. Una historia que se repite hoy y que ya terminó mal en 2016, cuando la SuperSalud se vio obligada a liquidar al San Francisco de Asís tras no poder recuperarlo.
En aquel entonces, se solucionaron los pasivos y nació la Nueva ESE Hospital Departamental San Francisco de Asís, que marcaba una esperanza para el departamento. Sin embargo, ocho años después, el hospital se encuentra de nuevo bajo control de la SuperSalud, con deudas superiores a los 30 mil millones de pesos y enfrentando la amenaza de una nueva liquidación.
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El doctor Carlos Palacio Perea, especializado en Gerencia de Servicios de Salud, fue el primer director del hospital en 2017. Administración que está sujeta a muchas críticas y acusaciones, frente a las que por primera vez Palacio responde en una entrevista exclusiva con Kienyke.com.
Vea la entrevista completa con Carlos Palacio Perea:
Lo primero que señala el exdirector es que, a su visión, el San Francisco de Asís no se quebró bajo su sombrilla, pues asegura haber recibido un “nuevo hospital en la teoría jurídica (…) pero con funcionamiento en la misma estructura física de hace 35 años”.
Para empezar a funcionar tras la liquidación, el Ministerio de Salud habría invertido 12.331 millones de pesos, mientras que la Gobernación del Chocó apalancó con $2 mil millones. Dinero que los estudios técnicos habrían previsto que serviría por unos cinco meses, hasta enero de 2018.
“Pasamos de 8 médicos nombrados a 30, a un número de 40 especialistas (con un promedio de 20 millones de pesos mensuales); todas las terapistas respiratorias, los tecnólogos de rayos x, los instrumentadores quirúrgicos, pasaron a ser de la planta”, señaló el exdirector.
Sumado a ello, Palacio asevera que hubo personal del antiguo hospital que se tuvo que mantener “porque no había dinero para liquidarlo”, una carga que se sumó al pago de los servicios de outsourcing del hospital. “Si tu sumas esos servicios te da un presupuesto muy grande”, precisa.
El San Francisco de Asís no es resolutivo
A pesar de las diferencias existentes, si en algo concuerdan los trabajadores del San Francisco de Asís y el doctor Carlos Palacio es que este hospital nunca ha sido financieramente resolutivo. Es decir que más allá del apalancamiento para pagar las deudas, personal y demás menesteres, nunca se ha asegurado una dotación para que se empiecen a generar los recursos desde el interior.
Una realidad que deja al hospital San Francisco de Asís en el círculo vicioso de recibir dinero del gobierno, gastarlo en deudas y luego de nuevo quedar sin recursos para pagar lo que se viene. Todavía peor, cuando las EPS casi nunca le pagan lo que le deben: según la SuperSalud, en la actualidad estas entidades le deben al hospital más de 17.700 millones de pesos.
“En esos cinco meses habíamos facturado más de 13 mil millones de pesos, que era lo que iba a permitir continuar con la operación del hospital (…) Cuando las cuentas llegan a las EPS, cuando tu facturas $14 mil millones, lo único que tienes asegurado es el 50%. Osea $7 mil millones”, denuncia Carlos Palacio.
Vea la cruda realidad del San Francisco de Asís:
De esta manera, sin importar cuánto facturara la Nueva ESE, el hospital iba creciendo su déficit mes a mes sin que nadie pudiese hacer algo por evitarlo. Mientras que Palacio asegura que la planta del hospital estaba entre 2.200 y 2.500 millones de pesos al mes, el poco dinero que entraba debía dividirse entre esos pagos y aquellos relacionados con el funcionamiento del hospital.
“Siempre se iba a quedar alguien sin el pago porque no alcanzaba, eso está sucediendo ahora y ha venido sucediendo siempre”, dijo Palacio.
La polémica salida de la dirección
Carlos Palacio termina saliendo del Hospital San Francisco de Asís, por una sanción de la Procuraduría que llega faltando poco tiempo para que terminara su periodo. El exdirector defiende que detrás de todo esto hubieron muchos intereses, en su gran medida de personas que esperaban que con su llegada hubiesen “puestos para repartir”.
De acuerdo con la suspensión del ente de control, la medida habría llegado por dos roedores encontrados en el servicio de urgencias del San Francisco de Asís, mal estado de la infraestructura, medicamentos vencidos, baja higiene, entre otros. Sin embargo, Palacio asegura que todo esto tuvo que ver más con temas políticos que financieros.
“Entre noviembre y diciembre de 2019, de una manera inesperada, en el servicio de urgencias del hospital aparecieron dos roedores entre la una y dos de la tarde. Precisamente en ese instante había alguien en el hospital con un celular (…) Tomó la foto y la volvió viral ¿Cuál era el objetivo? Acabar conmigo”, relata.
Luego de eso, continuó un proceso disciplinario contra él a través de la Procuraduría que derivó en una suspensión de tres. Proceso que hasta hoy sigue respondiendo ante las autoridades y por el cual espera no volver a ocupar ningún cargo público en su vida.
“Cualquier administrador que esté allí está sometido al escarnio público y no me sucedió a mi, le ha sucedido a muchos gerentes de hospitales públicos en el país. No estoy sacando disculpas, yo me esmeré al máximo en tratar de trabajar lo poquito que sabía muy bien”, finaliza.
* El reportaje fue realizado con apoyo del diario La Gaceta.