Desde hace algún tiempo los constantes hechos de inseguridad en Bogotá han sido atribuidos a los ciudadanos venezolanos, de hecho las autoridades han mencionado su participación en varios crímenes que se han cometido en la ciudad y aunque la mayoría de migrantes trabaja honradamente es una realidad que algunos han optado por el camino de la delincuencia.
"Hay temas de criminalidad. Yo no quiero estigmatizar, ni más faltaba, a los venezolanos, pero hay unos inmigrantes metidos en criminalidad que nos están haciendo la vida cuadritos. Aquí el que venga a trabajar bienvenido sea, pero el que venga a delinquir deberíamos deportarlo sin contemplación y eso lo tiene que trabajar Migración Colombia", declaraciones de la alcaldesa que fueron fuertemente criticadas.
El ministro de defensa Carlos Holmes Trujillo también ha señalado que la migración de ciudadanos venezolanos estaría relacionada con el aumento de la criminalidad en distintas ciudades de Colombia. “Con respecto a la migración venezolana, sí se está identificando que en algunas ciudades de Colombia y regiones del país, esa migración está vinculada con hechos de criminalidad, en cuyo caso específicamente en las zonas donde se presenta se convierte en una preocupación en materia de seguridad”.
Lo cierto es que la criminalidad parece estar desbordada y es tal la indignación que generan los robos y diferentes vulneraciones a los ciudadanos que viven en Bogotá que los mismos venezolanos están demostrando su rechazo hacia este tipo de acciones de sus compatriotas, ya que esto sólo genera una mala fama en contra de todos los migrantes.
Así quedó registrado en un video que circula por redes sociales, en el cual se puede observar el airado reclamo que le hacen dos ciudadanos venezolanos a uno de sus compatriotas que fue atrapado, al parecer, por andar robando bicicletas.
Lo más curioso del caso es que uno de los venezolanos que le recriminó al presunto delincuente por su actitud es discapacitado, tiene una prótesis en su pierna izquierda y aún así narró que vino a Colombia a trabajar honradamente.
"Yo vengo de Caracas, soy discapacitado y vengo a Colombia a trabajar, gente como nosotros viene a trabajar, mira al pana que trabaja en el delivery", mientras que, el otro venezolano que trabaja para Rappi afirmó "Yo la paso ruda, salgo todos los malditos días a trabajar y este mamahuevo se la pasa en la calle robando ¿Cuál es la maldita necesidad?".
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La inseguridad que azota a Bogotá es tal que este tipo de reclamos se hace cada vez más común, pues hasta los venezolanos están siendo víctimas de la delincuencia, como es el caso de Eduard Cipriani, un venezolano de 26 años que viajó a Colombia para buscar una mejor calidad de vida donde trabajaba como domiciliario y fue asesinado por sujetos desconocidos en inmediaciones al humedal Juan Amarillo el mes pasado.
Cipriani, oriundo de Falcón, se movilizaba con su bicicleta por ese sector de Bogotá cuando fue abordado por dos delincuentes y tras forcejear con ellos, uno lo hirió en el cuello con un arma blanca.