La comunicad del sector rural el Mochuelo no soporta más los malos olores y la presencia de animales como moscas y ratones, en los alrededores de sus hogares, desde que ocurrió el deslizamiento de basura en el relleno sanitario Doña Juana, el pasado 28 de abril.
Además de otras afectaciones como problemas ambientales y posibles enfermedades en niños y adultos de tercera edad.
Ante esta situación los habitantes de la zona se vieron en la obligación de protestar en una de las vías que conducen al relleno, alzando la voz en contra del mal manejo por parte del Centro de Gerencia de Residuos - CGR -, quien está a cargo de la operación final de los residuos en este punto de Bogotá.
La Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos confirmó el malestar que surge por parte de los vecinos del relleno sanitario y aclaró que las manifestaciones no se presentaron en la entrada y salida principal a Doña Juana sino en una vía pública, por lo cual, ellos no son quienes "están impidiendo el ingreso de camiones compactadores al relleno", sino que la decisión de estar estacionados a las afueras fue del operador CGR.
Respecto a la labor que cumple la Gerencia de Residuos, la UAESP "adelanta los trámites correspondientes en los procesos por los reiterados incumplimientos y fallas detectadas por la interventoría".
Aseguró que "uno de ellos es el laudo arbitral que le ordenó en 2018 al operador hacer inversiones por cerca de 150 mil millones de pesos".
Un dinero que no se ha visto reflejado en las obras que iban a mejorar la operación pero que no se han realizado.
Por el momento, la comunidad exige una ayuda ya que los malos olores y problemas ambientales que se producen por el mal manejo del relleno sanitario Doña Juana afecta el cumplimiento de la cuarentena desde sus hogares.
