En plena estructura peatonal de Bogotá, un hombre se ha hecho viral gracias a un video donde se muestran las peligrosas maniobras que a una importante altura, realiza para llegar a un puente. En una viga metálica que aparentemente no supera los 30 centímetros de ancho, el hombre da un salto inicial con el que continúa un recorrido inestable hacia su destino.
En la estructura de varios metros de altura, el hombre con un costal al hombro y en una excelente disposición de su equilibro, se traslada de un puente peatonal a otro, cruzando en los aires con gran destreza y sin tener en cuenta los riesgos que ese lugar infiere para su acción.
Mientras el hombre realiza su recorrido, varios vehículos y un TransMilenio pasan por debajo de él, a unos cuantos metros de distancia de la acera en que está construida la estructura. Un peatón grabó el video que evidencia esta práctica que ya muchos en redes sociales, comentan.
Video: el escándalo que armó una mujer por unas papas
A diario, en Bogotá ocurren jocosas anécdotas que son motivo de risas en redes sociales. En esta ocasión, una mujer se hizo viral en varias plataformas por el fuerte escándalo que armó en un reconocido restaurante de la capital porque no le entregaron las papas que venían en su pedido.
Según dicen los usuarios, los hechos ocurrieron en Andrés Carne de Res, ubicado en el municipio de Chía, a donde la ciudadana llegó a hacer su pedido como todos los otros clientes. Al parecer, ella había pedido unas papas fritas y los trabajadores no se las entregaron en su pedido, lo que despertó su ira.
La mujer se dirigió a la cocina para hacer el respectivo reclamo y le pidió al personal que le entregaran sus papas. Sin embargo, los meseros le explicaron que ella no había pedido este producto, por lo que no se lo podían dar. En ese momento inició una discusión y la cliente afirmaba que ya había pagado por algo que no le querían entregar.
La disputa pasó a otras instancias y la ciudadana se enfureció tanto que comenzó a gritarle a los trabajadores e intentó pasar la repisa que dividía la cocina de la zona donde atenían a los comensales. “Me da mis papas. Yo no me estoy robando nada. Me está diciendo que yo no pedí unas papas. Me las da, me las da”, señalaba la mujer en medio de su ira.