Natalia Parra Sanabria, una joven psicóloga realizó una denuncia a través de su Instagram, donde asegura que fue víctima de agresión por parte del personal de seguridad del bar Presea, al norte de Bogotá.
Ella empieza relatando que el pasado 2 de octubre se encontraba en el bar junto a unos amigos. Y sobre la media noche en la euforia del lugar, un grupo de jóvenes que estaban detrás de ellos se pasaron de tragos y comenzaron a empujarlos, en un punto le lanzaron una bebida a uno de los integrantes del grupo de la joven.
Frente a esta situación que se tornó violenta, el personal de seguridad del bar se acercó donde ellos estaban, en ese momento golpearon y arrastraron al amigo de Natalia, además como lo relata ella, “la persona que inicialmente habían iniciado la pelea seguía golpeando a mi amigo”.
Ella asegura que a su amigo inmovilizaron en el suelo ejerciendo presión con una rodilla sobre su cabeza, “el pedía que lo soltaran porque lo estaban lastimando”, narra Natalia, que viendo la situación intentó auxiliar a su amigo, gritando y como lo dice ella con la fuerza de su cuerpo buscaba la manera de que lo dejaran tranquilo.
Minutos después llega más personal de seguridad y uno de ellos amenazó a la joven con botarla por las escaleras sino se calmaba. Posteriormente la arrastraron por las escaleras desde un quinto piso, “mientras me arrastraban me insultaban, diciéndome perra a ver si así te vas a calmar”, dice la joven que además asegura que la empujaron haciendo que rodara por algunos escalones.
El temor de Natalia en ese momento era lo que podía suceder con su amigo, pues dijo que aún seguían golpeándolo. “Nadie absolutamente nadie, hizo nada”, señaló la joven.
La víctima aseguró que no estaba ebria, que estaba totalmente consciente de la situación, esto lo aclaró porque señala que muchas personas vieron el hecho y no hicieron nada, pues quizá pensaban que estaba borracha.
Es por eso que ella acudió a las redes sociales, pues señala que es mejor que un proceso legal. “Hoy alzo mi voz porque odio las injusticias, porque no puedo faltarme a mi misma, porque no pienso quedarme callada viendo que pasaron por encima de mí, viendo como vulneraron mis derechos como persona y como mujer”, indicó Natalia.
Además, aseguró que duró varios días incapacitada, por una contusión en su rodilla que le dificulta aún caminar, morados en diferentes partes de su cuerpo, cortadas en sus dedos y afirmó que le arrancaron una uña. Todo esto le generó problemas emocionales.
También, dijo que su amigo tiene “una subluxación en su hombro derechos, le ocasionaron hematomas en su cara y en su cabeza, rasguños y morados en todo su cuerpo”, agregó la joven. Finalmente, en su denuncia relata que por su estado de salud se ha complicado su estado laboral y que tiene todas las imágenes e historia clínica que demuestran los daños ocasionados.
Respuesta de bar Presea
Natalia aseguró que días después intentó establecer contacto con el bar para que se le diera una respuesta y por su insistencia el establecimiento le respondió dos días después donde le pidieron sus datos, pero asegura que no se ha dicho nada más de su caso.
Sin embargo, el bar comentó el video donde Natalia hace la denuncia. En su respuesta afirman que en los seis años que el lugar ha funcionado en Bogotá, se han presentado varios inconvenientes en el que dicen que se solucionan.
Asimismo, señalan que recogieron testimonios y videos de la situación con el fin de dar solución al caso de la joven, “solo que algo como lo ocurrido, fue delicado y no es rápido de aclarar”, mencionan en el comentario. Por último, aseguran que una persona se encargará de darle una pronta respuesta.
KienyKe.com habló con la joven víctima y ella asegura que por ahora el bar se mantiene incomunicado por el caso. Pero Natalia dijo que varias personas que comentaron su video y lo compartieron han recibido mensajes del bar en el que piden imágenes o videos de lo sucedido ese día, lo que le hace pensar a la joven que intentan justificar su agresión.
Esto indignó aún más a Natalia, pues señala que se tomaron el tiempo de escribir el mensaje y difundirlo, pero el caso de ella lleva más de 15 días sin ser resuelto.
