No es ningún secreto que Rodolfo Hernández es un ingeniero y su principal negocio, el cual lo hizo millonario, es el de la construcción de apartamentos o viviendas en varias ciudades del país.
Pero él, conocedor de sus negocios y del buen gusto, también vive en lujosas propiedades, tanto en Bucaramanga, su ciudad natal, como en Bogotá.
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En varias oportunidades, el exalcalde de Bucaramanga y hoy candidato a la presidencia, Rodolfo Hernández, ha dicho que, en caso de ser presidente, no viviría en la Casa de Nariño. En una entrevista con la periodista Vicky Dávila, Hernández afirmó que convertirá el Palacio Presidencial en un museo de arte contemporáneo, arte moderno e internacional.
Hace pocos días, el candidato abrió las puertas de la propiedad en la que vive, para brindar una entrevista a Soho. Su lujoso apartamento cuenta con 270 metros cuadrados y hace parte de uno de los proyectos más exclusivos de la capital, Vitrvm. De acuerdo con el portal Icono Urbano, es una construcción sobre la carrera séptima con calle 93, frente al Parque El Chicó.
Este sector, Chicó Norte, es uno de los más exclusivos y caros de la capital, ya que un metro cuadrado puede costar 6.781.000 pesos. Por lo mismo, las casas valen entre 4.000 y 8.000 millones de pesos, dijo el portal Metro Cuadrado.
“Con esta obra, Bogotá entró al exclusivo grupo de ciudades de vanguardia, donde el diseño y las propuestas de innovación convocan la atención del mundo. Como en Nueva York, París, Londres, Tokio, Barcelona o Shanghái, Bogotá acoge los aportes de un pensamiento arquitectónico de avanzada y enriquece su patrimonio con una obra que será orgullo de la ciudad y un ícono de referencia en el futuro”, dice la promoción del edificio donde vive Rodolfo.
La empresa constructora del proyecto aseguró en sus redes sociales que el apartamento del ingeniero en Bogotá, así como el resto de la torre, tiene placas eléctricas en las habitaciones que evitan que los habitantes se enfríen.
El conjunto tiene dos torres con 36 apartamentos que cuentan con 11 o 13 pisos. Los apartamentos tienen de 395 a 267 metros. El ingeniero es propietario de uno de los espacios más pequeños, que estaría avaluado en $4.300 millones. Las viviendas tienen una vista a la sabana de la capital y, además, el edificio cuenta con piscina con calefacción, juegos infantiles, gimnasio, sauna, turco, y terrazas.
