Cada año, desde 1938, la ciudadanía bogotana, por medio de la Sociedad de Mejoras y Ornato de Bogotá, otorga el Premio Gonzalo Jiménez de Quesada a aquellas personalidades o entidades que hayan prestado a la ciudad o a sus habitantes los mejores servicios. En la octogésima tercera edición, el galardón fue concedido este martes 6 de diciembre a la Orquesta Filarmónica de Bogotá, “por 55 años de servicios destacados a la cultura de los habitantes de Bogotá, en particular de la niñez y la juventud, además de la democratización de la música con procesos de formación en diferentes sectores de la ciudad”, se declaró en el evento de entrega.
El premio, un diploma y una medalla con la efigie del fundador de Bogotá, lo recibió David García Rodríguez, actual director, de manos de Manuel Leal Angarita, vicepresidente de la Sociedad de Mejoras y Ornato de Bogotá, entidad con un siglo largo de historia.
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“La Orquesta Filarmónica de Bogotá es más que una orquesta. Trabaja en valores que son propios de la Sociedad de Mejoras y Ornato de Bogotá. Avanzamos en la formación de nuevos públicos y hemos hecho presencia en todas las coyunturas de la ciudad. Fue clave, por ejemplo, nuestro llamado a la convivencia durante las movilizaciones sociales de 2020 y 2021”, explica su director general, David García, doctor en historia, magíster en Filosofía de la Universidad de Viena y heredero de una larga tradición en la gestión cultural.
Durante las protestas ciudadanas, sus músicos hicieron un llamado a la tolerancia por medio de conciertos que se originaron desde la Plaza de Bolívar y el Park Way. Lo propio ocurrió desde las estaciones de TransMilenio, escenarios desde donde expresaron su solidaridad con las víctimas de la violencia en otras ciudades del país.
Con sus 17 agrupaciones, la Filarmónica de Bogotá promueve el acceso de sectores amplios de la población al disfrute de la música sinfónica. Así se evidenció durante el festival Ópera de Bolsillo, en el que interpretó óperas de pequeño formato que se escucharon en 19 localidades de la ciudad, democratizando un género considerado tradicionalmente de élite.