La alcaldesa de Bogotá, Claudia López, le pidió a Claudia Lucía Ardila, gerente de la Subred integrada de Servicios de Salud Centro Oriente, que renunciara a su cargo. La funcionaria confirmó este viernes 5 de marzo que no atendería dicha solicitud y se quedaría en su puesto de trabajo.
La renuncia que le pidió López se da por una fiesta realizada el diciembre pasado en las instalaciones del Hospital Santa Clara. Eso representó una violación a los protocolos de bioseguridad en el que se prohíben las aglomeraciones por el riesgo de contagio de Covid-19.
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Al parecer, Claudia Ardila tenía conocimiento de la reunión y no informó a las autoridades en su debido momento. "Cometió una indelicadeza y le mintió al Cabildo y nos mintió a nosotros en relación con una aglomeración de una reunión absolutamente indebida que hubo en diciembre, además perdimos la confianza en ella, esperamos su renuncia esta misma tarde",
La gerente dio respuesta a lo dicho por López en un comunicado de prensa de dos párrafos. "Acogiéndome a los principios de transparencia (...) quiero informar que una vez conocí la fiesta realizada sin mi conocimiento y autorización actué con diligencia", informó Claudia Ardila en el documento. También señaló su derecho al debido proceso por lo que espera "los resultados que arrojen los entes de control".
La denuncia de la fiesta la realizó el Concejo de Bogotá. La entidad realizó una llamada a sesión de control político a la gerente, en ella Ardila dijo que no tenía conocimiento de la reunión. En la sesión estaba el Secretario de Salud, Alejandro Gómez y el Cabildo distrital.
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Tiempo después, el concejal Andrés Forero reveló un audio en el que la gerente afirmaba que sí supo de la fiesta el día siguiente a su realización, pero que "quería mantener todo en silencio", según el concejal.
Por el momento, las autoridades investigan a los funcionarios implicados en la fiesta. Tienen un elemento que les ayuda: la grabación de dicho evento y por la que empezó el escándalo.