La inseguridad en Bogotá preocupa cada vez más a los ciudadanos. En esta ocasión, un hombre de 82 años, habitante de la localidad de Puente Aranda, denunció ser víctima de un robo mientras montaba bicicleta. La víctima no opuso resistencia y los responsables huyeron del lugar rápidamente.
Gloria Lozano, hija de Jairo Fidel Lozano -el ciudadano afectado-, se comunicó con KienyKe para dar su testimonio de los hechos.
Según declaró Lozano, su padre es ciclista desde hace muchos años y, a menudo, sale a montar bicicleta con un grupo de amigos o incluso solo: "Toda la vida le ha gustado este deporte. Ha competido en varias carreras y esa siempre fue su pasión".
Jairo Fidel enviudó hace aproximadamente 23 años y, desde ese entonces, su manera para mantenerse contento y activo ha sido el ciclismo. Generalmente hace grandes recorridos y suele salir de la ciudad, aunque, en ocasiones, realiza trayectos cortos y se devuelve a su hogar.
Este miércoles 5 de octubre, don Jairo salió de su casa, en el barrio Primavera, a las 5 de la mañana. El hombre sacó su bicicleta y partió hacia una panadería en el barrio Restrepo, donde se reuniría con sus amigos para dar su rodada habitual, la cual finaliza en el barrio El Tunal.
Adicionalmente, el padre de Gloria tenía un motivo más para disfrutar de su recorrido en bicicleta: hoy es su cumpleaños número 82. Así mismo, el sujeto salió entusiasmado para su casa, a las 7 de la mañana, después de haber festejado con sus amigos.
Durante el trayecto hacia su hogar, don Jairo pasó por el barrio Santa Matilde, en el sur de Bogotá. Cuando estaba en la calle 1ra bis con cra 36 bis, dos jóvenes se acercaron a él y lanzaron una botella de agua muy cerca a su bicicleta.
El hombre pensó que se les había caído accidentalmente, por lo que frenó rápidamente para permitirles que la recogieran. En ese momento, los dos delincuentes, sin decir una sola palabra, se abalanzaron sobre él para agredirlo.
Ante el miedo que sintió en ese instante, la víctima levantó las manos para evitar que lo golpearan y entregó su bicicleta: "Él siempre había tenido claro que, si lo llegaban a robar, dejaría que se llevaran todo para que no le hicieran nada malo (...) Los bienes materiales se recuperan, pero no pondría en riesgo su vida".
Uno de los ladrones se subió en la bicicleta, mientras que el otro y emprendió huida detrás de su cómplice. Don Jairo contó que todo pasó en cuestión de segundos y no tuvo tiempo para reaccionar. Afortunadamente, no sufrió ningún tipo de daño físico, pero quedó con una profunda tristeza después de lo sucedido.
La víctima sospecha que los delincuentes lo habían estado siguiendo desde hace tiempo, puesto que siempre hace el mismo recorrido todos los días y se habría convertido en un blanco para ellos. Así mismo, este tipo de hurtos ocurren muy a menudo y varios de sus colegas le han contado cómo los han agredido a ellos, o a personas cercanas, por robarles sus bicicletas.
Hasta el momento, la familia Lozano espera una respuesta por parte de las autoridades y que se haga la respectiva captura contra los responsables.