En un contexto de crisis hídrica sin precedentes, el alcalde mayor de Bogotá, Carlos Fernando Galán, ofreció hoy un importante pronunciamiento desde la planta de tratamiento de agua de Tibitoc.
En su discurso, Galán abordó la preocupante situación del suministro de agua y adelantó nuevas medidas de racionamiento que podrían implementarse en las próximas semanas debido a la severa sequía que afecta a la ciudad.
El mandatario destacó que el sistema Chingaza, una de las principales fuentes de abastecimiento de agua de Bogotá, ha registrado niveles alarmantemente bajos durante este año.
"Históricamente, Bogotá ha dependido de tres fuentes principales para el suministro de agua potable: el sistema sur, el sistema de El Dorado, el sistema norte y el sistema Chingaza junto al embalse San Rafael. Sin embargo, este año hemos enfrentado una sequía extrema que ha afectado gravemente la capacidad de estos embalses", explicó Galán.
De acuerdo con el alcalde, el sistema Chingaza comenzó el año con una capacidad de solo el 40%, en comparación con el 55% que solía tener en enero. Desde entonces, los niveles han continuado descendiendo, exacerbando la crisis.
Aunque en mayo la situación pareció mejorar temporalmente gracias a lluvias intermitentes, los meses de julio, agosto y lo que va de septiembre han mostrado precipitaciones insuficientes, reactivando las preocupaciones sobre la disponibilidad de agua.
Galán subrayó que el año 2024 se perfila como uno de los más secos en las últimas cuatro décadas, equiparable a la crisis de 1995. “Estamos ante un desafío que requiere un cambio significativo en la gestión del agua, no solo para esta temporada, sino para el futuro”, afirmó. Este desafío ha llevado a la administración a reevaluar las medidas de racionamiento previamente establecidas.
Desde abril, la ciudad ha implementado dos fases de medidas. La primera consistió en reducir el suministro de agua del Chingaza en un 20%, logrado a través de restricciones y un consumo voluntario reducido. La segunda fase se centró en la optimización de la planta de tratamiento de Tibitoc y el sistema de bombeo. A pesar de estos esfuerzos, las condiciones más secas de lo esperado obligan a Galán a reconsiderar las medidas.
“La reducción del agua proveniente de Chingaza ha sido efectiva. Gracias a estas medidas, hemos añadido 18,08 millones de metros cúbicos adicionales al sistema, y hemos logrado aliviar la presión sobre Chingaza mediante la ampliación gradual de la planta de Tibitoc”, explicó el alcalde.
Sin embargo, Galán advirtió que si la tendencia actual persiste y no se observa una mejora en las lluvias para el 21 de septiembre, la ciudad podría enfrentarse a una restricción más severa. “Estamos monitoreando la situación de manera continua. Si la tendencia no cambia, es posible que debamos volver al modelo de racionamiento cada 9 días”, adelantó el mandatario.
Este anuncio pone de relieve la necesidad urgente de que los ciudadanos adopten prácticas de ahorro de agua y que el gobierno continúe reforzando sus esfuerzos para asegurar el suministro en medio de esta crisis hídrica. Las medidas que se tomen en los próximos días serán cruciales para mitigar los efectos de la sequía y garantizar el acceso al agua para todos los bogotanos.