El Amazonas es una de las tierras más misteriosas del continente Latinoamericano. No solo Colombia cuenta con la fortuna de su presencia, países como Perú y Brasil también. La espesa selva que caracteriza a esta región está llena de historias y tradiciones que solo pueden contar quienes la han visitado.
Tres países en una sola región
Tabatinga (Brasil), Leticia (Colombia) y Santa Rosa (Perú), son la ciudades encargadas de recibir a los migrantes. Están separadas solo por el Río Amazonas porque las costumbres y tradiciones de estos pueblos han buscado la forma de fusionarse donde los países se juntan: el suelo de Tres Fronteras. Que enmarca las costumbres de esta región de Colombia, Brasil y Perú, y tiene una fuerte influencia de pueblos originarios como los Ticuna.
Para transitarla no se necesita sellar el pasaporte, esto hace que visitar Tres Fronteras sea una parada inevitable, además porque queda a tan solo 15 minutos de Leticia en carro.
Islandia en el Amazonas
A esta humilde población ubicada en la triple frontera se le conoce como la Venecia de Perú, porque está construída sobre las aguas del Río Amazonas, con bases de palos. Una de las tantas diferencias con su homónimo europeo es el sofocante clima húmedo característico de la selva tropical.
Los habitantes del región optaron por llamarla “la Venecia del Trapecio amazónico” entre otras cosas porque permanece inundada gran parte del año. Lo más atractivo de ésta ciudad, capital de Yararí es recorrerla mientras se disfruta una Inka Cola o una típica cerveza Cusqueña.
El Río mágico
En el Río Amazonas se pueden realizar múltiples actividades como pescar de forma artesanal, observar a los delfines rosados en su espacio ideal o recorrerlo en Kayak.
Quienes lo han visitado cuentan que “cuando las aguas están altas se puede ver la inmensidad de la naturaleza selva adentro, acompañado del sonido de las aves y animales que no se logran identificar, además de que se siente la paz de estar lejos del ruido de la ciudad.”
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Turismo Responsable
Puerto Nariño es el primer destino turístico de Colombia determinado como sostenible. Un lugar donde el único carro que transita es el de la basura, lleno de atardeceres únicos, con una fauna y flora desbordante que ambientan los mitos y leyendas que dan vida a este municipio.
Además, desde Puerto Nariño se pueden divisar los lagos de Tarapoto donde los delfines rosados y grises del amazonas, que son una muestra de la naturaleza viva. Por último el hospedaje en Puerto Nariño es una muestra de la autosostenibilidad y el interés por conservar la vida animal y vegetal en el municipio: algunos de sus muros están construidos con botellas de plástico y cuentan con una zona de secado a la intemperie para aprovechar la luz del sol.