En el corazón palpitante de la Ciudad de Panamá, donde la modernidad y la tradición se entrelazan, se erige el Hotel W Panamá, un rascacielos original que ha redefinido el skyline de esta vibrante metrópolis. No es solo un lugar para descansar, sino una experiencia sensorial que invita a sus visitantes a sumergirse en una mezcla exquisita de música, moda y diseño.
Al cruzar la entrada principal del hotel, los visitantes son recibidos por un espectáculo visual que evoca los oscuros y misteriosos bosques tropicales de Panamá. El papel tapiz que adorna las paredes recrea la fauna exuberante, mientras que las cadenas y luces suspendidas en el techo recuerdan a los bulliciosos puertos donde cientos de contenedores atraviesan el Canal de Panamá cada día. Es una invitación a explorar y descubrir las historias escondidas detrás de cada detalle.
Este espacio es un tributo a la rica herencia cultural de Panamá. Inspirado en las coloridas faldas del baile Congo, representa la creatividad y resiliencia de las mujeres mulatas durante la construcción del canal.
Estas mujeres, al no poder acceder a las finas telas españolas, confeccionaban faldas uniendo retazos de diversos colores. Este vibrante mosaico contrasta con el escritorio blanco, inspirado en los muebles estilo Luis XV que adornaban las casas del Casco Antiguo habitadas por los franceses. Es una bienvenida que celebra la fusión de culturas y épocas.
Moró: Una ventana al pasado y al presente
Moró, es un restaurante que combina ambiente, simplicidad e inspiración local. Las ventanas panorámicas ofrecen vistas a la moderna ciudad, mientras que el piso estilo colonial evoca el Casco Antiguo. Un salón privado, diseñado dentro de un contenedor de carga, rompe con lo convencional y ofrece un espacio único y sorprendente. Es un lugar donde cada comida se convierte en un viaje a través del tiempo y la cultura.
La Cajita: Una oda a la historia
La Cajita es más que un lugar para disfrutar de comida estilo "food truck"; es un homenaje a la llegada de los norteamericanos al istmo y a figuras históricas como Cecil Haynes, el trabajador más antiguo del Canal de Panamá. Con una asistencia intachable desde 1928 hasta el 2000, Haynes es una leyenda, y su legado vive en uno de los remolcadores del canal que lleva su nombre. Este espacio encapsula la esencia de la historia y la evolución de Panamá.
Cargo: Un bar con historia
Cargo, el destination bar del hotel, es un contenedor de carga transformado en una barra única. La decoración incluye una escena de la firma de los Tratados Torrijos-Carter en 1977, que devolvieron el control del canal a Panamá en 1999. Este emotivo momento histórico se convierte en el centro de atención, invitando a los visitantes a brindar por la independencia y el espíritu panameño.
Las 203 habitaciones y suites del Hotel W Panamá son un refugio donde la modernidad y la tradición se encuentran. Las puertas, inspiradas en los contenedores de carga, tienen un funcionamiento sencillo, e inspirador, toda una experiencia inmersiva como si se estuviese en el interior de una embarcación.
Cada habitación está decorada con elementos étnicos de culturas ancestrales locales, como almohadones con imágenes de molas, lámparas que evocan las canastas artesanales y tapices inspirados en los diseños geométricos de los Gunas. Los baños, con puertas corredizas decoradas con motivos de la pintura Jagua de las tribus Emberá, completan este espacio único.
Lo cierto es que el Hotel W Panamá no es solo un lugar para alojarse; es una experiencia inmersiva que celebra la rica herencia cultural de Panamá, su historia y su modernidad. Desde la entrada principal hasta cada habitación, cada rincón del hotel cuenta una historia y ofrece a los huéspedes una oportunidad para descubrir y celebrar la esencia de este increíble país. Es un destino donde la música, la moda y el diseño convergen para ofrecer una estancia inolvidable.