Durante años, hablar sobre sexo ha sido todo un tabú impuesto por la ignorancia, temor o pudor. Y ni mencionar la sexualidad femenina, en donde temas como la masturbación, el orgasmo, el punto G o las fantasías eróticas permanecen en un gran silencio.
Por eso, hay que romper con la barrera que reprime la sexualidad, especialmente en las mujeres, recordando que el tabú es todo aquello que no es comprendido socialmente y que se relaciona con una conducta fuera de lo normal. Pero ¿por qué debería ser así?
Para Tatiana Gómez, CEO de Lovela, una aplicación que orienta a las mujeres sobre su cuerpo y sexualidad, los tiempos cambian y la edad a la que se inicia la vida sexual activa es cada vez más temprana.
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“La idea es extender la enseñanza más allá de los temas limitantes de abstinencia y anatomía. Debemos empoderar y alentar a las jóvenes con o sin experiencia sexual a aprender sobre los componentes del sexo que tradicionalmente han sido etiquetados como tabú”, aseguró.
La especialista en estos temas, decidió hacer una lista con los cinco tabúes que más se presentan en las mujeres colombianas, y que de una u otra forma, no les permite vivir su sexualidad al 100 % con ella misma o su pareja.
1. Para alcanzar un orgasmo debo tener penetración
Una de las mayores incredulidades establecidas socialmente es que el orgasmo femenino sólo puede llegarse a alcanzar por medio de una penetración. El tema ha logrado afectar tanto al hombre como a la mujer. Por un lado, ciertos estereotipos masculinos hacen creer que sólo pueden satisfacer a su pareja a través de la penetración, de allí devienen miedos por el tamaño del pene, el tiempo o, cuántas erecciones pueden llegar a tener en una noche. Mientras las mujeres pueden sentirse frustradas al no llegar a esa tan anhelada ‘meta’.
Al orgasmo también se puede alcanzar a través de la estimulación del clítoris o, “estimulando el órgano sexual más poderoso que tenemos: el cerebro, con fantasías e historias eróticas que podrás encontrar en la app de Lovela”, recomendó la experta.
Más del 40 % de las mujeres llega al orgasmo en más del 75 % de las ocasiones cuando se estimula el clítoris. Tan solo un 18 % reconocía poder llegar al clímax únicamente con la penetración vaginal. Así lo reveló una investigación del Instituto Kinsey de la Universidad de Indiana en Estados Unidos.
2. Pierdo la sensibilidad si uso mucho un juguete sexual
Es un mito que los juguetes sexuales generan anorgasmia o el ‘síndrome de la vagina muerta’. Tatiana Gómez, afirma que eso no es verdad, ya que los juguetes sexuales son herramientas que ayudan a explorar el cuerpo y descubrir nuevas zonas de placer.
La cuarentena aumentó en 200 % la compra de juguetes sexuales a través de internet, de acuerdo con una encuesta realizada por Gleeden, plataforma de citas para mujeres.
3. Los hombres son más sexuales que las mujeres
Lo que verdaderamente ocurre es que el hombre lo expresa con mayor facilidad, mientras que la mujer se cohíbe por miedos preestablecidos socialmente y no se expresa.
De acuerdo con un estudio elaborado en Estados Unidos, que siguió a más de 3.200 mujeres en ese país durante aproximadamente 15 años, cerca del 27 % de ellas piensa que el sexo sigue siendo muy importante a lo largo de los 40, 50 y 60 años. Por lo que, el deseo siempre está, lo importante es saber cómo generarlo.
4. Las únicas zonas de placer son los genitales
“Es totalmente falso. Nuestro órgano más extenso del placer es la piel, así que tienes un largo camino por recorrer y explorar nuevas zonas erógenas”, resaltó Gómez.
Todas las mujeres tienen diferentes zonas erógenas y hay que saberlas conocer y saber explotar al máximo, algunas de ellas pueden ser el cuello, los lóbulos de las orejas, la espalda o los senos. No hay que olvidar que otro órgano importante que se debe saber erotizar es el cerebro, ya que este activará muchos puntos de placer en el cuerpo.
5. "Al volverme mamá, muere mi sexualidad"
Sin duda, no hay que negar que el periodo de maternidad requiere de ciertos cuidados ya que se presentan distintos cambios hormonales, pero la sexualidad no se acaba en ese punto, sino que se reinventa a una nueva situación.
El postparto puede verse influido por toda una serie de factores de naturaleza psico-social, vivencial o relacional. De esta manera, lo que hay que saber es siempre mantener un diálogo en pareja, acudir a un experto médico o sexólogo, no presionarse e intentar adaptarse a las nuevas necesidades sexuales.
Teniendo en cuenta estos cinco tabúes, la CEO de Lovela, considera que las mujeres no suelen desarrollar a plenitud su sexualidad y esto se puede manifestar en diferentes aspectos de su vida, “puede aparecer en sueños, malas decisiones empresariales, profesionales, fracasos emocionales y apegos afectivos”.