Durante el sexo son muchas cosas que las parejas quieren probar, algunos se sienten atraídos por los juguetes sexuales o algún disfraz que evoque su fantasía más profunda. Otros en cambio prefieren los sabores o sensaciones que potencien el acto y es justamente este el efecto que le atribuyen a la marihuana.
Desde hace años al cannabis se le otorgan propiedades afrodisíacas. Sin embargo, el consumo de esta no garantizará que el acto sexual sea inolvidable, lo que si es seguro es que desencadena la liberación de un neurotransmisor clave llamado dopamina, que disminuye la ansiedad, el dolor y además aumenta la relajación y en algunos casos el deseo sexual.
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Un estudio dirigido por el investigador Michael Eisenberg, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford en California (EE. UU.) sugiere que el consumo regular de cannabis puede aumentar el deseo sexual.
De acuerdo con la investigación el apetito sexual incrementa sobre todo en las mujeres y esto se debe a que uno de los compuestos de la marihuana, intensifica la percepción de los sentidos, es decir, aumenta la sensibilidad y esto a su vez puede contribuir al aumento del placer físico.
El consumo puede ser de muchas maneras y depende de las preferencias de cada pareja. La forma más común es fumándola apróximadamente 15 minutos antes de iniciar el acto o también puede ser mezclada con alimentos, o vapores que aporten sabor u olor. No obstante, la clave está en la cantidad.
Algunas investigaciones resaltan el "efecto bimodal" del cannabis, esto sugiere que por un lado podría aumentar el deseo o la intensidad durante el acto sexual, y por el otro, su consumo en exceso podría llevar a un nivel de relajación superior provocando incluso la pérdida conciencia y la capacidad de consumar el acto.
Estos son los efectos de un consumo medio-bajo
- Aumenta la intensidad en el climax
- Mayor sensibilidad en zonas erógenas
- Mejora el rendimiento
- Humedad vaginal
- Orgasmos más fuertes y prolongados
- Vinculo emocional con la pareja por probar cosas nuevas
