Profamilia presentó los resultados de la encuesta I-SHARE, aplicada a 2.444 personas de 5 regiones del país. El estudio, que fue dirigido por la Universidad de Gante (Bélgica) y del London School of Hygiene and Tropical Medicine (Reino Unido), permite reconocer los efectos de la actual pandemia en la salud sexual y reproductiva de las personas, particularmente en temas relacionados con las relaciones afectivas, la sexualidad y el acceso a servicios.
Es así como, entre los resultados más destacados, se encontró que el 80% de las mujeres encuestadas, sexualmente activas, usa un método anticonceptivo. Sin embargo, el 14% de ellas enfrentó barreras para acceder a su alternativa en anticoncepción como: temor al contagio por salir de su hogar, largas filas y tiempos de espera en centros médicos, así como la escasez del método anticonceptivo debido a las medidas preventivas contra la Covid-19.
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Por otro lado, el 9% de las personas que participaron en el estudio necesitó una prueba diagnóstica para la detección de Infecciones de Transmisión Sexual - ITS, de ellas el 28% refirió que no pudo acceder a las respectivas pruebas debido al confinamiento.
Para Marta Royo, Directora Ejecutiva de Profamilia: "Las cifras de I-SHARE son una nueva evidencia de que la pandemia incide en diversos aspectos de la salud y el bienestar de las personas más allá del contagio de la Covid-19. Por eso es necesario que, como sociedad, sigamos trabajando por la garantía plena e integral de los derechos, incluyendo los sexuales y reproductivos. En Profamilia, por ejemplo, no escatimamos esfuerzos para fortalecer nuestra capacidad de respuesta: telemedicina, asesoría virtual y visitas domiciliarias son clave para mitigar las barreras de acceso en contextos de pandemia”.
Relaciones de pareja e insatisfacción sexual:
La pandemia también tuvo un efecto significativo en las relaciones de pareja. El 64 % de las personas que estaban en una relación afectiva 3 meses antes de la pandemia, terminaron su relación durante las medidas más estrictas de la cuarentena. Asimismo, 4 de cada 10 personas encuestadas que finalizaron su relación durante el confinamiento señalaron que esta ruptura estuvo relacionada con la situación de salud pública.
La encuesta permitió identificar también, cambios en la frecuencia de prácticas como la actividad sexual con la pareja, la masturbación, el sexo ocasional, el consumo de pornografía, el sexting y el cibersexo. Durante la vigencia de las medidas para mitigar el contagio de la Covid-19 entre las personas encuestadas se encontró que:
- El 18% aumentó la frecuencia de la actividad sexual con su pareja y el 30% la disminuyó.
- El 35% aumentó la frecuencia de la masturbación y el 32% la disminuyó.
- El 10% aumentó la frecuencia de las relaciones ocasionales y el 8% la disminuyó.
- El 27% aumentó la frecuencia del sexting y el 18% la disminuyó.
- El 27% aumentó la frecuencia con la que ve pornografía y el 35% la disminuyó.
- El 12% aumentó la frecuencia del cibersexo y el 8% la disminuyó.
Cabe resaltar que el estudio es fruto de un esfuerzo conjunto de Profamilia, la Universidad de Gante (Bélgica) y el London School of Hygiene and Tropical Medicine (Reino Unido) para seguir generando evidencia científica sobre los efectos de la pandemia en la vida y salud de las personas.
Otras cifras relevantes:
- El 67% de las personas encuestadas que tienen hijos no experimentó tensiones en la relación con sus hijos durante la cuarentena más estricta.
- Durante las medidas de distanciamiento social más estrictas, el 85% de las mujeres encuestadas no cambió sus decisiones reproductivas, el 10,4% decidió posponer el embarazo y el 4,4% decidió tener un hijo pronto.