A medida que algunos países en el mundo retoman sus actividades cotidianas poco a poco, los gobiernos están experimentando con cuán preceptivos deben ser al momento de imponer lineamientos sobre cómo la gente vivirá en esta nueva normalidad, incluyendo el sexo y las citas. El proceso ha sido de prueba y error.
En los Países Bajos, los funcionarios neerlandeses relajaron las reglas del gobierno en cuanto a las relaciones sexuales durante la pandemia de coronavirus y la semana pasada aconsejaron que las personas solteras en confinamiento encontraran un “compañero sexual”.
Este lineamiento reconocía la importancia del contacto humano y establecía que ambas partes debían entablar un acuerdo estricto de limitar la propagación del virus.
“Debatan entre ustedes cuál es la mejor manera de hacerlo”, afirmaban los lineamientos. “Sigan las reglas relacionadas con el nuevo coronavirus”.
Sin embargo, más tarde, los funcionarios del Instituto Nacional de Salud Pública y Medioambiente de los Países Bajos corrigieron esa recomendación y eliminaron el término “seksbuddy” (compañero sexual) de su sitio web después de que llamó la atención de los medios noticiosos internacionales.
Una vocera de la agencia le dijo al sitio web neerlandés de noticias NU.nl que la recomendación no buscaba promover “actos sexuales indiscriminados”, sino aclarar que las personas que ya se conocían o estaban en una relación, pero no vivían en la misma residencia, podían tener sexo sin violar los lineamientos de salud.
Los funcionarios neerlandeses afirmaron que, si una de las partes estaba en aislamiento debido a una infección posible o confirmada de coronavirus, aún era posible tener sexo a distancia, por ejemplo, por medio de relatos eróticos.
“Es lógico que como persona soltera también quieras tener contacto físico”, se lee en los lineamientos actuales de la agencia.
En los inicios de la pandemia, el gobierno neerlandés, al igual que otros en el mundo, le aconsejó a la gente que solo tuviera sexo con sus parejas estables.
Las recomendaciones en cuanto a las relaciones sexuales durante la pandemia han variado bastante de ciudad en ciudad y de país en país, y algunos se han mostrado más temerosos que otros.
En Dinamarca, el director del Ministerio de Salud autorizó los encuentros sexuales casuales en el transcurso de la pandemia.
“El sexo es bueno. El sexo es saludable”, afirmó Soren Brostrom, director general de la Autoridad Danesa de Salud, en abril, según The Local DK, un sitio web de noticias en inglés. “Somos seres sexuales, y claro que se puede tener sexo en esta situación”.
No obstante, en Nueva York, Los Ángeles y otras ciudades estadounidenses, los funcionarios recomendaron la masturbación y sugirieron evitar el contacto sexual con otras personas en hogares ajenos.
“Tu pareja sexual más confiable eres tú”, decían los lineamientos de Nueva York y Los Ángeles. “La siguiente pareja más segura es con la que vives”.
Los funcionarios de San Francisco recomendaron “limitar los actos sexuales a sus parejas formales”.
En Washington, la oficina del alcalde les dijo a los residentes que tener sexo con una pareja con la que habitan estaba permitido, siempre y cuando primero se aseguraran de que su pareja también se sintiera bien.
“El sexo y el contacto cercano seguirán ahí cuando te sientas mejor”, les aseguraba a los residentes en un comunicado.
Oregon fue aún más lejos. Un afiche detallado de la Autoridad de Salud de Oregon incluía imágenes para acompañar sus sugerencias.
“Evita besar a cualquiera que no sea parte de tu pequeño círculo de contactos cercanos”, decía el aviso. Los funcionarios de salud también invitaron a las parejas a considerar el “sexteo” y las plataformas de chat en línea para tener relaciones sexuales a distancia.
Los besos, evidentemente, pueden propagar el coronavirus, y los investigadores en China descubrieron que el coronavirus puede sobrevivir más tiempo en el semen, según un artículo publicado este mes en JAMA Network Open, una revista médica arbitrada.
Si bien esto no prueba que el virus se pueda transmitir sexualmente, los expertos dicen que el contacto cercano con una pareja conlleva cierto nivel de riesgo.
En Inglaterra, Jenny Harries, subdirectora de salud, dijo en marzo que las parejas que vivían en domicilios distintos debían decidir si querían quedarse separados o cohabitar.
“Durante un periodo bastante significativo de ahora en adelante, deberían solo poner a prueba la fortaleza de su relación y decidir si uno de ellos desea ser un residente permanente en el hogar del otro”, comentó Harries. “Evalúen con cuidado la fuerza de sus sentimientos”.
Matt Hancock, secretario de Estado para la Salud y la Asistencia Social, añadió que las parejas debían “tomar una decisión y apegarse a ella”.
Por: Jenny Gross y Claire Moses