El órgano sexual del hombre al igual que cualquier parte del cuerpo humano tiene sus distinciones. Una de las más comunes es la curvatura que puede tener el pene y que en algunas ocasiones puede generar molestias al momento de tener sexo.
El tamaño, grosor, formar y hacia dónde se dirige son algunas cualidades de un miembro sexual, sin embargo la cualidad de que se forme una curvatura del pene se debe a una enfermedad llamada La Peyronie.
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Puede ser que esté ladeado hacia un lado, hacia arriba o hacia abajo, no es una condición para alarmarse pero sí presenta dolores en cada erección sí debe ser tratado.
Un pene curvo no siempre es malo pues tiene sus ventajas, una de ellas es que al momento de la penetración puede estimular mejor el punto G. Por eso, le contamos de algunas posiciones en las que un pene curvo se puede desempeñar de mejor manera.
Curva hacia arriba: El Misionero
Es una posición que puede estimular el punto G directamente y no habrá dolor. Si la curvatura es pronunciada coloca una almohada a la altura de tu cadera. De pie es otra posición perfecta, pues no tendrán problema para que se mantenga dentro. Que te recargue contra la pared, enreda tus piernas en su cintura.
Si está de lado: De cucharita
Así eliges el lado que mejor se adecúe. Ya que ambos están de lado es más natural la posición del pene al penetrar por lo que debe de causar menos molestias. También se puede hacer de lado de frente, con las piernas alrededor de su cadera.
Curva hacia abajo: De perrito
Una vez más estará tocando directamente el Punto G y será de lo más excitante. Esta es la manera más natural de tener un penetración que sería muy incómoda si quieres hacer el misionero. Otra posición puede ser contigo arriba, sólo que en vez de que te lances hacia el frente lanza tu cuerpo hacia atrás, o sea no te acuestes sobre tu pecho, sino sobre tu espalda.