Es probable creer que cometer una infidelidad es una de las faltas más graves en una relación y uno de los motivos principales por los que un noviazgo o un matrimonio podría llegar a su fin, ante esta sensación, un estudio apuntó a exponer los motivos que llevan a alguien a cometer este tipo de engaño.
La investigación es titulada ‘¿Qué hace, dice y siente la gente cuando tiene aventuras amorosas?’ fue publicada en la revista científica Scientific American y sus resultados muestran las razones de estas conductas.
La muestra del estudio incluyó a 495 estudiantes universitarios de Estados Unidos que fueron entrevistados sobre sus experiencias durante y después de una infidelidad romántica y las causas para hacerlo.
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Quienes confesaron cometer infidelidad en una relación recibieron una serie de preguntas al respecto, gracias a las respuestas de los estudiantes, la investigación resaltó ocho razones principales, ira, autoestima, falta de amor, bajo compromiso, necesidad de variedad, negligencia, deseo sexual y situación o circunstancia.
Las motivaciones diádicas, por ejemplo, enojo con la pareja o falta de amor, se relacionaron con aventuras de más larga duración, incluyendo citas con estas personas que en un principio son solo una aventura, generalmente terminaban en la ruptura de la pareja principal.
En cuanto a las motivaciones situaciones no diádicas, como sentirse estresado o intoxicado, se vieron lazos con aventuras más breves o esporádicas, sexo menos satisfactorio en las aventuras amorosas e índices más bajos de revelación y disolución.
Estos resultados sugieren tipologías de infidelidad significativas y darían luces a los investigadores y otros profesionales en el momento de resolver los conflictos de parejas.
Respecto a si una infidelidad es detonante definitivo para terminar un compromiso, esto es más probable que ocurra cuando el motivo era la ira, la falta de amor, el bajo compromiso o la negligencia, y menos probable cuando la infidelidad era circunstancial.
Sin embargo, un dato curioso es que rara vez una infidelidad terminó convirtiéndose en una relación real o seria, solo una de cada 10 pasaron a ser algo formal.