El urólogo basado en Florida, Estados Unidos, Ranjith Ramasamy analizó una preocupante tendencia entre sus pacientes mientras el covid-19 continúa sigue siendo una amenaza, cada vez más los hombres se quejan sobre su rendimiento en términos sexuales a raíz de haberse contagiado.
Principalmente, Ramasamy y sus colegas del Hospital de la Universidad de Miami, desde la clínica de urología, pensaron que los reportes emergentes de disfunción sexual se basaban en un problema psicológico, como resultado del estrés de la pandemia.
Pero muchos pacientes mencionaban que no se sentían ansiosos o deprimidos, y para algunos el problema duraba seis meses o más. Entonces el equipo empezó a sospechar sobre otra causa, el virus como tal del covid-19.
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A pesar de que el coronavirus principalmente hace daño en los pulmones, es una enfermedad sistémica que también puede afectar al corazón, los riñones, el cerebro y otros órganos, y estos efectos pueden alargarse después de que alguien se haya recuperado.
Muchas personas en estos momentos viven en un limbo en el que padecen por un largo tiempo los estragos de un contagio de covid, lo que algunos expertos predicen como un futuro y grave problema de salud.
De acuerdo a un artículo publicado en el New England Journal of Medice, del 10 al 30 por ciento de los que están infectados con el virus experimentan síntomas debilitantes continuos que pueden causar una discapacidad significativa.
Entre la lista de dolencias, la creciente evidencia sugiere que el covid puede sabotear la salud sexual de los hombres. "Descubrimos que los hombres que no habían tenido estos problemas anteriormente desarrollaron una disfunción eréctil bastante grave después de la infección por COVID-19", dice Ramasamy.
Los hombres tendrían seis veces más la probabilidad de desarrollar una disfunción larga o breve luego de haber contraído coronavirus, de acuerdo a una investigación publicada en marzo de este año.
Otros estudios han documentado una letanía de problemas de salud posteriores a la infección que afectan el sexo, ya sea de forma independiente o en conjunto: incapacidad para tener o mantener una erección, daño a los testículos, dolor o hinchazón testicular, incapacidad para alcanzar el orgasmo, niveles bajos de testosterona y problemas de salud mental.
"Es importante que las personas comprendan que la vacuna COVID no afecta la función eréctil", dice Ramasamy. "El virus puede tener efectos adversos importantes a largo plazo y la vacuna es segura".