Teniendo en cuenta la educación sexual que suele darse a las personas y lo conservadora que llega a ser la sociedad todavía en esta época, a la mayoría le cuesta expresarse abiertamente sobre lo que desea a nivel sexual, esto hace que muchos no estén dispuestos a probar cosas nuevas en el sexo, pero cuando se está en una relación estable, sobre todo cuando es monógama, a veces es bueno intentar algo diferente para darle un toque de emoción a la situación, incluir juguetes sexuales es una alternativa, pero por lo general puede ser incómodo pedírselo a su pareja.
Puede ser más fácil pedirle a esa persona con la que usted tiene sexo casual que le ahorque que confesarle a su pareja que le gustaría usar un juguete con su pareja de varios años, esto porque suele haber una actitud represiva a lo que se considera “kinky” en las relaciones.
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Las mujeres suelen sentirse avergonzadas al pensar en si confesar que quieren usar algún juguete y a los hombres les preocupa sentirse remplazados si se incluye, por ejemplo, un vibrador en la relación
Por supuesto que su pareja no le va a cambiar por un juguete, pero si llego el momento de tener esta conversación, a continuación, cuenta con una serie de consejos.
Antes de presentar todo el repertorio de juguetes sexuales, tenga en cuenta que usarlos es completamente normal y que no debería ser motivo para sentirse avergonzados, sentimiento que no debería sentir ni usted o su pareja si confiesa que quiere probar con estos instrumentos.
De todas maneras, tenga presente que el usarlos puede resultar intimidante, y que, aunque usted quiera, puede que a la otra persona no le interese mucho, aunque podría intentarlo solo por la diversión entre los dos.
Si su pareja es mujer, hay estudios en la última década que demuestran que más del 50% de las mujeres posee un vibrador o ha usado un lubricante especial, entonces no se sienta muy intimidado por lo que puede pensar ella si le hace la propuesta.
Al momento de plantear la propuesta, recuerde que su pareja puede que no sienta el mismo interés, al menos al principio, ya que puede sentir que usted no está satisfecho en la cama. Lo ideal sería conversar esto en una noche de cita mientras comparten un vino o cualquier trago, que los dos estén relajados y en un buen estado de humor.
No se le ocurra proponerlo mientras están teniendo sexo, eso pone a su pareja en una posición de mucha presión y se verá obligada a aceptar para que el momento siga fluyendo, además eso parece que usted se concentra más en lo que falta en vez de estar disfrutando del rato de intimidad. Podría proponer usar lubricante durante el juego previo o proponer usar el vibrador que usted ya sabe que su pareja tiene y que seguro se sentirá cómoda usando.
Por otro lado, no hay un momento exacto en la relación para presentar su deseo, es decir, no existe una regla que diga como “después de haber tenido sexo 7 veces puede revelar sus más secretas inclinaciones”, no. Todo depende de que hayan alcanzado ese nivel de comodidad y complicidad entre ambos, solo usted tiene la respuesta.
Esto es algo en que los dos deben estar interesados y no como que alguno de los dos se sienta presionado a hacerlo para mantener contento al otro. Para evitar eso, es bueno que los dos vayan juntos a una tienda de juguetes y se decidan por el que más les guste a ambos.