Las personas vacunadas con la Sputnik V pueden ser donantes de anticuerpos contra el coronavirus, declaró este viernes Alexandr Guintsburg, el director del Centro de Epidemiología y Microbiología Nikolái Gamaleya, que desarrolló el referido fármaco.
Guintsburg recordó que los empleados del Centro fueron los primeros en inmunizarse y dijo que experimentalmente se puede garantizar que el efecto de la Sputnik V durará unos 9 meses o más.
"El nivel de los anticuerpos nos permite a todos ser donantes de plasma en caso de que pase algo con alguien… Es decir, el nivel de los anticuerpos es muy alto", refirió Guintsburg en una entrevista con la televisión Rossiya 24.
También señaló que la vacuna Sputnik V protege de las variantes existentes del covid-19, pero advirtió de que no hay garantías de que siempre será así.
"La Sputnik V protege de las variantes del covid-19 que existen a día de hoy, pero nadie garantizará que siempre será así y la vacuna podrá proteger de las nuevas variantes del coronavirus", indicó el director del Centro Gamaleya.
El 11 de agosto de 2020 Rusia registró su primera vacuna contra el covid-19, Sputnik V, desarrollada por el Centro Gamaleya en cooperación con el Fondo Ruso de Inversión Directa.
La vacuna consta de dos componentes: el primero se basa en el adenovirus humano tipo 26, y el segundo, en el adenovirus humano recombinante tipo 5. El medicamento se administra dos veces, con un intervalo de 21 días.
El 2 de febrero la revista científica británica The Lancet publicó los resultados de la tercera fase del ensayo clínico de la vacuna rusa que confirmaron su seguridad y eficacia del 91,6 por ciento.
La vacuna Sputnik V no tiene componentes prohibidos para los musulmanes
Así lo informó el jefe de uno de los laboratorios del Instituto Gamaleya (donde se desarrolló la vacuna), Vladímir Guschin, al intervenir en una mesa redonda dedicada al tema 'halal', o alimentos aceptables según la ley islámica.
El científico dijo que Sputnik V "no contiene componentes de animales muertos, de puercos, de sangre ni otros prohibidos por el islam".
Los musulmanes se interesaron por el tema de si los componentes de las vacunas contra el coronavirus responden a los requisitos de su religión, les preocupó especialmente el uso de la gelatina de puerco en la fabricación de las vacunas.
El Consejo de los Muftíes de Tartaristán comentó en su tiempo a Sputnik que en caso de que esta gelatina estuviera presente, los teólogos musulmanes tendrían que resolver el asunto.
Los productos 'halal' llevan el respectivo marcado tras efectuarse su validación por un organismo competente.
Por: Sputnik
