Dos guacamayas azules fueron halladas muertas en el barrio Prado Centro de Medellín. A su lado solo había bolsas de basura y pareciera que alguien las hubiera dejado allí. Un vecino del sector fue quien se percató de la presencia de los animales e inmediatamente los grabó para reportar la extraña situación a las autoridades.
Las dos guacamayas eran bien conocidas en el sector por ser animales mansos y que se dejaban fotografiar con facilidad. La denuncia del presunto acto de maltrato animal fue hecha por un ciudadano anónimo que fue quien las vio primero allí tiradas: “me encuentro en la calle 66 con carrera 50 del barrio Prado Centro. Acá en este botadero de basura aparecen las dos famosas guacamayas de Prado, las que veíamos tanto por aquí, venían y anidaban”.
Versiones preliminares indican que los dos animales habrían sido envenenados, pero esto todavía es materia de investigación. “Acá están arrojadas muertas y a juzgar por el olor esto debió haber sucedido hace unos dos o tres días. Hay quienes dicen que ellas tienen maltrato o que las hubieran matado, una pareja no se muere así tan coordinadamente”, afirma el ciudadano denunciante.
Pidió que las autoridades ambientales esclarezcan el asunto: “hago este video ya que hoy es domingo y no hay autoridad ambiental que se aparezca por acá y sería interesante que revisaran que fue lo que pasó, si fueron envenenadas, si murieron accidentalmente o si fueron asesinadas”.
Finalmente, el usuario al parecer tomó las dos guacamayas para que no se pierda la evidencia y se pueda realizar la autopsia que certifique la causa de su muerte: “me parecería conveniente recogerlos en una bolsa porque se las podría llevar algún habitante de calle y me parece pertinente que la autoridad ambiental investigue qué fue lo que pasó”.
Vale la pena contar que una pequeña población de Guacamayas habita en el Valle de Aburrá y suelen ser vistas en volando en sectores rurales y algunos sectores urbanos. Según expertos, la presencia de estas aves en Medellín se da como consecuencia de fugas o liberaciones de animales que eran tenidos en cautiverio ya que su hábitat natural que está entre los 500 y 1.500 metros de altitud no es el ideal en el Valle de Aburrá.
