Daniel Quintero Calle llegó a Estados Unidos y puso en conocimiento de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos la suspensión que sufrió por parte de la Procuraduría, pero también la situación política que vive el país previo a las elecciones, amenazas en contra de él, su familia y otros líderes políticos de izquierda.
“Acabamos de salir de una audiencia de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, nos ha atendido Joel Hernández, relator para Colombia de la CIDH y su secretaria ejecutiva Tania Renon. Hemos sido escuchados para defender no solo el derecho nuestro, sino de los ciudadanos que votaron por nosotros y tienen fe en la democracia”.
Lamentó que en Colombia no haya un estamento al que pudiera recurrir para defender sus derechos políticos: “Es una pena que para defender la democracia tengamos que salir del país. En Colombia se ha roto el curso constitucional, la procuradora y el presidente Duque han desafiado el sistema interamericano de derechos humanos”.
Pidió a la CIDH que intervenga para recuperar el cargo que obtuvo por votación popular y reverse la situación de la Procuraduría: “Le pedimos una medida cautelar para evitar la sustitución que pretende hacer la Procuraduría. La procuradora dijo que no iba a acatar la decisión de la Corte Interamericana de Derechos Humanos y si lo hacía estaba dejando sin dientes a la Procuraduría, un órgano internado por el presidente Iván Duque”.
También tuvo la oportunidad de denunciar las amenazas que hay en contra de líderes políticos de izquierda, entre ellos su propia esposa. “Pudimos poner en alerta la comisión del posible atentado contra Francia Márquez en Colombia, las amenazas presentadas a la Fiscalía General de la Nación porque se estaría fraguando un plan para asesinar al candidato presidencial Gustavo Petro. El carro de mi esposa Diana Osorio fue afectado en sus frenos, algo que pudo causar su muerte”.
Ante esta situación, Quintero pidió que se mantenga el esquema de seguridad, ya que siente que no están dadas las garantías para seguir realizando sus actividades políticas y de resistencia democrática en defensa de sus derechos: “que se conserve el esquema de seguridad mientras estamos suspendidos, está en peligro nuestra vida. Pedimos una medida tutelar que evite lo que está haciendo la procuraduría que es suspendiendo los derechos políticos de los líderes de la oposición en Colombia”.
Además, fue enfático en que el Gobierno Nacional y la Fuerza Pública están atacando a la izquierda en Colombia y teme que no se respete el voto popular el próximo 29 de mayo:
“El gobierno del presidente Duque ha decidido meter las manos en la democracia de Colombia, pusimos en conocimiento nuevamente cómo el general del Ejército Nacional ha decidido atacar a uno de los candidatos presidenciales. Quieren suspender las elecciones en Colombia, dijimos en febrero que hay politización de las fuerzas armadas y dos meses después el general Zapateiro estaba llamando corrupto a quien está a algunos días de convertirse en su jefe. Él es comandante de 300 mil hombres y yo he pedido que diga que va a respetar los resultados de las elecciones. Hay gente en Colombia que prefiere una dictadura que un gobierno de izquierda”.
Finalmente, hizo un llamado a la CIDH para que tome cartas en el asunto antes de que sea demasiado tarde y siga la presunta persecución política en Colombia: “hay un riesgo gigante a que se rompa la democracia. Hoy están recurriendo a cosas inconstitucionales para atornillarse en el poder, han sacado al alcalde con la mayor votación histórica de Medellín y pusieron un alcalde de la línea de Duque. La suspensión tiene por objetivo sacarme del cargo mientras materializan la destitución. La procuraduría actúa como un brazo político de Duque para sacar miembros de la oposición. Gracias a Petro yo tengo dos de los mejores abogados usuarios del Sistema Interamericano de Derechos Humanos. Aquí no se trata de un alcalde, se trata de la democracia”, puntualizó.
