El anuncio de alquiler de un apartaestudio en Medellín ha desatado la indignación en redes sociales. La propiedad de tan solo nueve metros cuadrados está en el centro de la controversia, ya que su propietario a través de una inmobiliaria está pidiendo la suma de $1.500.000 mensuales por su arrendamiento.
El espacio está ubicado en el barrio Belén, Malibú y cuenta con una pequeña área conformada por una cocina, un baño, una habitación con cama sencilla y un cajón que hace las veces de closet.
La información se hizo pública luego de que un usuario de X posteara las fotos de la propiedad, “La gente cree que lo de los precios de los arriendos de Medellín es mentira hasta que le muestras este apartaestudio de 9m2, NUEVEE. en $1.500.000 . Literal el closet está arriba de la cama y puedes estar pendiente que no se quemen las tajadas mientras haces del 2 en el baño”, así lo describe el post.
La gente cree que lo de los precios de los arriendos de Medellín es mentira hasta que le muestras este apartaestudio de 9m2, NUEVEE. en $1.500.000 🙃. Literal el closet está arriba de la cama y puedes estar pendiente que no se quemen las tajadas mientras haces del 2 en el baño 🤣 pic.twitter.com/JlSjWJwDQp
— Andrés Gómez (@andressgomezl) October 23, 2023
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La publicación revela una problemática que desde hace varios meses se presenta en diversos barrios de Medellín donde se ha experimentado un proceso de transformación sociourbana conocido como gentrificación. Este fenómeno implica una renovación o reconstrucción de áreas urbanas, acompañada por la llegada de nuevos residentes en su gran mayoría extranjeros, a menudo desplazando a los habitantes del territorio debido al alza desmesurada de los precios de los alquileres.
Las autoridades locales se han mostrado preocupadas por la situación, particularmente el Concejo de Medellín citó a un debate a principio de este año en el que los cabildantes destacaron la necesidad de implementar políticas de vivienda que fomenten la asequibilidad y el acceso equitativo a los alojamientos en la ciudad.sin embargo, no existe aún una solución de raíz que regule el mercado.