En una de las cámaras trampa quedó registrado el tierno tigrillo melánico que paseaba por un sector rural del Huila. El animal es de un color muy oscuro, completamente diferente al que normalmente tienen esos felinos.
El tigrillo presenta una extraña condición genética llamada melanismo, en la que los especímenes presentan una mutación en su ADN que produce un exceso de acumulación del pigmento llamado melanina.
Gran sorpresa causó, al interior de los integrantes del grupo de monitoreo comunitario Huellas del Macizo de San Agustín, descubrir en un nuevo registro fotográfico, un pequeño tigrillo melánico, de color oscuro, muy diferente a los tigrillos que se han reportado en el área del Parque Natural Regional Corredor Biológico Guácharos-Puracé.
Aunque al principio, el grupo de monitoreo no reconoció el animal que quedó registrado en una de las cámaras trampas, tras un análisis realizado por el equipo de biólogos de la Corporación Autónoma Regional del Alto Magdalena-CAM, se logró establecer que obedece a un individuo juvenil de la especie amenazada Leopardus tigrinus, conocido también como oncilla o tigrillo lanudo.
“Realmente fue sorprendente que al revisar los videos y fotografías encontramos un tigrillo muy diferente a los que usualmente vemos en las cámaras de fototrampeo, pues éste es de menor tamaño y su coloración muy oscura”, señaló Héctor Males, representante legal de Huellas del Macizo.
Pero en este caso, además de ser una especie nueva en distribución para la zona y que se encuentra en estado vulnerable, de acuerdo a la lista de especies amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, UICN, el individuo presenta una extraña condición genética llamada melanismo, en la que los especímenes presentan una mutación en su ADN que produce un exceso de acumulación del pigmento llamado melanina y genera que su coloración habitual, caracterizado por un dorso es de color amarillo con patrones longitudinales de manchas bordeadas de negro, pase a ser totalmente oscura.
“Esta especie de felino es vulnerable a la extinción, tanto a nivel mundial como en nuestro país, y se estima que su población promedio es de 10.000 individuos en el planeta, y que la tendencia es decreciente, y esto se debe a factores como la expansión agrícola, la cacería, la tala, entre otras presiones que han llevado a la reducción de sus poblaciones”, sostuvo Katherine Arenas, bióloga de la CAM.