El Centro de Pensamiento de la Universidad EIA se pronunció sobre la situación actual de Hidroituango y la necesidad de terminar esta obra lo antes posible como la mejor estrategia para disminuir y gestionar los riesgos que pueden afectar su entrada en servicio y su operación.
Aseguran que no es conveniente el cambio de contratistas por los impactos que esto podría derivar. “Hoy es necesario hacer nuevamente un llamado a la responsabilidad y cordura que les corresponde a la Alcaldía de Medellín y a EPM ante la insistencia en el cambio de contratistas por los riesgos derivados de tal medida”.
Aseguran que al revisar el informe de Pöyry, encontraron “hallazgos muy críticos que requieren atención urgente y que pueden tener consecuencias catastróficas para el proyecto”. Entre los muy críticos, en el área de gestión de proyectos y de construcción, se identifica el cambio de consultores y contratistas principales, con los siguientes peligros asociados: “Retraso en la definición de medidas de mitigación y en la ejecución de obras de estabilización. Falta de contratista en el terreno para intervenir de manera rápida en caso de otros eventos”.
Este informe también presenta las medidas de mitigación propuestas por EPM: “Renovación de contratos y cierre de adendas por obras no previstas en los contratos originales y contratación directa de empresas especializadas por nuevas obras”.
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El comentario de Pöyry también afirma que: “se debe evitar el cambio de los actores principales en este proyecto. Significaría importantes retrasos (mínimo un año) y reduce la trazabilidad en la recuperación del proyecto; además, aumentará el costo global del proyecto y se pierde responsabilidad para el diseño y la ejecución de las obras”.
El gerente de EPM afirmó hace algunas semanas que la empresa espera “en el mes de febrero iniciar el proceso licitatorio, la meta es que al mes de noviembre o antes tengamos un contratista habilitado para la culminación de la etapa II del proyecto”; es decir que, contrario a lo que ampliamente se ha recomendado por expertos y por Pöyry, el gerente de EPM insiste en cambiar los contratistas.
Según la Escuela de Ingenieros de Antioquia, “es pertinente precisar y recalcar que con la puesta en operación de las dos primeras unidades no desaparecen los riesgos asociados al cambio de contratistas, pues si bien se mitigan algunos de ellos, en la gran mayoría y en lo esencial se mantienen, por mayores costos y tiempos adicionales, menores conocimientos y experiencia en el manejo del proyecto, así como en la oportunidad y calidad en la atención a posibles situaciones de emergencia”.
Para el Centro de Pensamiento de la EIA, los hallazgos más críticos, cuyas soluciones son urgentes y que se pueden ver afectadas por un cambio de contratistas son: “daños en el muro de cemento-bentonita en la parte superior de la presa, daños en la losa del vertedero, falla de los taludes en el cuenco amortiguador, zona de derrumbe en el estribo derecho y potencial tsunami causado por deslizamientos en el embalse”.
En ese sentido, piden que la ANLA se pronuncie pronto sobre los resultados y las recomendaciones del estudio, con el fin de viabilizar la puesta en operación del proyecto y la implementación de las medidas recomendadas por Pöyry para la estabilidad del mismo, sin dejar de lado lo que respecta a la inconveniencia del cambio de contratistas que, como se mencionó, es uno de los comentarios de alta criticidad en relación con la estabilidad de Hidroituango.
La Escuela de Ingenieros de Antioquia asevera que no se trata de estar a favor o en contra de los actuales contratistas, sino de la seguridad de las obras y de las comunidades localizadas aguas abajo de la presa. Como se anota en el informe citado:
“Cabe resaltar que sería contraproducente contratar, para la finalización de las obras civiles, hidromecánicas y electromecánicas que son necesarias para la puesta en marcha de todas las unidades de generación, empresas que no están familiarizadas con la situación actual del proyecto. Según la experiencia de Pöyry, nuevas empresas necesitarían varios meses para comprender y verificar todo los retos y desafíos del proyecto y, al final, pueden pedir una compensación por encima de las expectativas de EPM o, inclusive, declinar su participación”.
Para la Universidad EIA, no están claras las razones por las que EPM insiste en cambiar los contratistas, máxime cuando las supuestas inhabilidades que lo justificaban por el proceso fiscal adelantado por la Contraloría General de la República quedaron resueltas con el pago por parte de la aseguradora; y tampoco se conocen los supuestos beneficios que se obtendrían. Por lo contrario, aseguran que los perjuicios sí están claramente identificados, pudiendo llegar a ser catastróficos, principalmente para EPM, como se ha advertido desde tiempo atrás y como lo señala el informe de Pöyry.
El Centro de Pensamiento cuestionó las decisiones tomadas por la junta directiva de EPM: “¿Cómo entender tal decisión que se sale de toda lógica? ¿Son conscientes el alcalde, el gerente y la junta directiva de EPM de la responsabilidad que asumen de manera individual y colegiada al actuar de forma ciega y contra toda recomendación de expertos que solo buscan el beneficio general?
Esperan que en los próximos días haya una revisión de esta determinación por parte de la Alcaldía de Medellín y de la junta directiva de EPM, así como la intervención de la ANLA y de las autoridades nacionales correspondientes para “evitar que se persista en ese proceder carente de racionalidad que puede generar incertidumbre y graves consecuencias de orden económico, social y ambiental, y hasta un posible fracaso del proyecto”.
Vale la pena resaltar que según el informe de Pöyry: “los hallazgos más críticos, según lo resumido en las secciones anteriores, pueden resultar, directamente o indirectamente, en la rotura de la presa, con las respectivas consecuencias catastróficas. La mitigación más eficaz para mitigar este riesgo catastrófico consiste en acelerar, en lo posible, la puesta en marcha de las ocho unidades de generación.
Adicionalmente, Pöyry recomienda proceder con los estudios para una descarga de medio fondo. En este sentido, la gestión eficaz por parte de EPM, de los contratos correspondientes, constituye según este informe como un prerrequisito para evitar una inoportuna prolongación de la situación de contingencia.
Finalmente, la EIA advirtió: “Si por alguna razón, la gerencia de EPM y su junta directiva, presidida por el alcalde de la ciudad, no actúan de manera responsable y oportuna, conforme a las recomendaciones y advertencias de los expertos, en aras de la seguridad y del bien superior, las autoridades nacionales competentes, incluida la Presidencia de la República, deberían considerar la posibilidad de intervenir ante el riesgo que representan decisiones críticas que van más allá del ámbito de interés de una empresa. Por eso, una vez más, desde este Centro de Pensamiento se hace un clamoroso llamado a los responsables para concentrar sus energías y decisiones en la urgente y crítica necesidad de terminar cuanto antes el proyecto Hidroituango en sus dos etapas”.