La Administración Municipal emitió un comunicado en el que deja en claro que fue un suceso imprevisto que no se podía anticipar y que desde que ocurrió la tragedia no ha escatimado esfuerzos para atender a los damnificados. Esto después de que varios medios de comunicación y líderes de San Antonio de Prado señalaran al DAGRD de haber hecho caso omiso a alertas previas.
Desde el momento en el que fue reportado el movimiento en masa en la vereda La Verde del corregimiento San Antonio de Prado, el Departamento Administrativo de Gestión del Riesgo de Desastres- DAGRD, acudió de manera inmediata al lugar con 15 unidades del Cuerpo Oficial de Bomberos Medellín y dos máquinas, para atender la emergencia.
A lo largo de la quebrada Doña María se tiene un sistema de monitoreo por inundaciones y avenidas torrenciales. El Sistema de Alertas Tempranas del Valle de Aburrá, SIATA, cuenta con tres sensores de nivel, que detectan los cambios en la lámina de agua de la quebrada, dos de ellos aguas arriba de la zona donde se presentó el deslizamiento, y otro aguas abajo, en el sector conocido como Santa Rita.
Asimismo, se tienen instaladas tres alarmas sonoras, en los sectores de Santa Rita y Los Mesa, cerca al puente, y en los sectores El Encanto (Institución Educativa) y El Salado (Empresa Biociclo). Estas alarmas se activan cuando se registran niveles altos en la quebrada, siguiendo un protocolo de actuación basado en la existencia de un plan de contingencia comunitario.
Adicionalmente, para monitorear la dinámica del movimiento en masa, se instaló el 14 de julio una cámara que en tiempo real registra imágenes constantemente para facilitar la toma de decisiones. En el corregimiento de San Antonio de Prado existe un Comité Comunitario de Gestión de Riesgo, que verifica constantemente las condiciones con los equipos sociales. Además, se encuentra organizando dos zonas para intervenir en Santa Rita y en La Verde.
El movimiento en masa registrado el 13 de julio, no está asociado a los puntos detectados previamente y reportados por la comunidad desde el pasado 21 de junio. No hay relación causal entre los dos puntos, pues el evento presentado está condicionado por las características geológicas, geomorfológicas e hidrológicas de la zona establecidas en el Plan de Ordenamiento Territorial, lo cual expone un evento de origen natural y con unas características establecidas que hacen de este un evento impredecible e imprevisible en una escala temporal de corto plazo.
El movimiento que generó la emergencia se presentó en la parte alta de la ladera y tiene una trayectoria hacia la quebrada Doña María. Los propietarios del predio no habían reportado la existencia de rasgos indicadores de procesos de inestabilidad en el terreno.
El reporte realizado por la comunidad y líderes del sector días previos fue de la parte baja, en inmediaciones a la quebrada. El evento registrado y visitado por el Cuerpo Oficial de Bomberos sigue en las mismas condiciones que se encontraron en su momento.
Es importante tener en cuenta que en este corregimiento durante el primer semestre se ha registrado un incremento de lluvias del 20 al 25 % en comparación con años anteriores, debido al fenómeno de la Niña.
De acuerdo con el Plan de Ordenamiento Territorial vigente, el área donde se presentó el deslizamiento se clasifica como Zona de Amenaza Baja por Movimiento en Masa, sin embargo, en la zona media de la ladera, se presenta un polígono clasificado como Zona de Amenaza Media por movimiento en masa, que coincide con la confluencia de varias líneas de drenaje que fluyen desde la parte alta de la ladera. En este sitio se presenta una concentración importante de agua, favorecida por la forma cóncava de la superficie que incrementa la probabilidad de generarse una saturación importante que pueda desencadenar un evento súbito de estas características.
Desde la Administración Distrital aseveran que se ha actuado de manera oportuna y eficiente, con el propósito principal de proteger la vida de los habitantes del territorio.