La Organización Indígena de Antioquia emitió un comunicado para exigirle al gobierno garantías de seguridad ante el aumento en los homicidios de población indígena: “convencidos de que la no implementación efectiva de los Acuerdos de Paz en los territorios y con las comunidades más vulneradas y afectadas del país está en la base de la continuidad del conflicto interno, lamentamos y rechazamos una vez más el asesinato y desaparición de hermanos indígenas víctimas de las balas y del conflicto armado que aún vive Colombia”.
Aseguran que Occidente, Bajo Cauca, Urabá, Suroeste, Norte, Nordeste y Magdalena Medio son las subregiones donde la ausencia de paz deja a los pueblos indígenas expuestos a los conflictos, las problemáticas, la vulneración de los derechos humanos y al derecho internacional humanitario por parte de los grupos armados al margen de la ley y por el mismo Estado.
Solo en Dabeiba, han asesinado cuatro hombres, entre ellos el Guardia Indígena del Cabildo Mayor, Mario Pernia Domicó, a quien el pasado 11 de octubre lo sacaron de su casa enfrente de su familia, lo desmembraron y lo desaparecieron en uno de los ríos.
En este mismo municipio, los hermanos Willintón Domicó Domicó de 21 años de edad y Miltón Domicó Domicó de 22 años de edad, indígenas también del pueblo Embera Eyábida, fueron asesinados el pasado viernes 8 de octubre en el sector conocido como Nutria Tascón, a 40 minutos del casco urbano de Dabeiba, donde también el 28 de enero de este año asesinaron a Mauricio Pernía Domicó, de tan solo 19 años con arma de fuego y arma blanca, todos del Resguardo Amparradó.
También, en el Bajo Cauca, el primero de enero asesinaron al indígena Senú, en el municipio del Bagre, José Daniel Díaz Ángel, de 19 años de edad, que hacía parte de la comunidad el Noventa, y en Caucasia con tres disparos atentaron contra la vida de Guardia Indígena de 16 años Luis Alfredo Díaz Osorio, el pasado 4 de enero, quien hace parte de la comunidad Tigre 1, también Senú.
Mientras que en Murindó, ahorcaron a Hernando Jumí, padre de familia de la comunidad Turriquitadó Alto, municipio donde la Corte Interamericana de Derechos Humanos otorgó a las comunidades indígenas el beneficio de la medida cautelar proferida frente al Estado Colombiano solicitándole que “adopte las medidas necesarias, y culturalmente adecuadas, para salvaguardar la vida e integridad personal de las familias de los Resguardos Río Murindó y Río Chageradó”.
Todos estos hechos han sido cometidos, según la OIA, por las Autodefensas Gaitanistas de Colombia -AGC- y Ejercito de Liberación Nacional -ELN-, que delinquen en estos territorios y quienes entre sus enfrentamientos armados e intereses van dejando a su paso muerte, miedo y desolación entre las comunidades más olvidadas por el Estado y el país, poque no sólo se han registrado estos dolororos hechos, sino que también hemos tenido que sorter las amenazas, enfrentamientos armados al interior de los resguardos, desplazamientos internos y cofinamientos, especialmente en los municipios de Dabeiba, Frontino, Urrao y Murindó.
La Organización Indígena de Antioquia lamentó profundamente los hechos ocurridos y exige a los actores armados al margen de la ley, respeto por la vida de los hombres y mujeres indígenas, en especial la de los niños, niñas y jóvenes, que nada tienen que ver con el conflicto armado y que queremos seguir cultivando como semillas de vida.
Finalmente, hicieron un llamado urgente a las Naciones Unidas, la Defensoría del Pueblo, Map OEA, al Alto Comisionado para la Paz, al Gobierno Deparamental y al Gobierno Nacional así como a las instituciones nacionales e internacionales defensoras de derechos humanos para que haya un especial acompañamiento a las comunidades indígenas de Antioquia y apoyen la citada medida cautelar de la CIDH.