El triunfo de la venezolana Yulimar Rojas en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 (JJOO) ha sido una de las grandes revelaciones de este certamen deportivo. No solo se trata de una medallista de oro olímpica, sino de la primera mujer en lograr esta hazaña para su país en toda la historia, logrando además en el camino romper un récord mundial en triple salto que llevaba imbatible por más de 25 años. De esta manera, Rojas se ha convertido en la mejor deportista de esta disciplina a nivel mundial.
Además, según aseguró la cuenta de los JJOO en Twitter, con esta victoria Yulimar se convierte en la mayor medallista de Venezuela, sumando la presea de plata ganada en los Juegos Olímpicos de Río 2016. Su primera participación en esta competencial mundial.
Muchas eran las expectativas sobre esta deportiva caraqueña. Una mujer fuerte y guerrera, no solo en el plano deportivo, pues tuvo que enfrentar en su momento las dificultades de nacer en un hogar humilde y salir a luchar por sus sueños. No obstante, pocos han sido los obstáculos que han logrado vencer a esta campeona que hoy figura en el muro de la fama de las mejores deportistas de la historia.
Al ritmo de sus zancadas sobre la pista, se escuchaban los aplausos del público que añoraba el triunfo para Venezuela. Ante la mirada atónita de cada uno de los presentes y de todos aquellos que veían la competencia por televisión, Yulimar surcó los aires con la habilidad de un pájaro para terminar marcando un nuevo hito del salto triple: alcanzar la distancia de 15.67.
Hasta el momento el récord de esta disciplina era de 15.50 y fue alcanzado por la ucraniana Inessa Kravets en 1995. Tan solo en el primer intento la venezolana estuvo cerca de romper ese límite con un récord olímpico de 15.41. Un evento que vaticinó lo que ahora es una inscripción en los libros de oro del deporte.
Tras lograr semejante salto, la propia Yulimar brincaba de emoción con una gran sonrisa en su rostro, incrédula aún del sorprendente resultado que se reflejaba en la pantalla. Un fruto cosechado con años de esfuerzo y triunfos deportivos, que incluso mereció que su rival, la española Ana Peleteiro, quien se llevó el bronce, celebrara junto a ella. Una muestra de orgullo y de respeto por el crecimiento deportivo.
Junto a Peleteiro, muchas personas celebraban desde sus casas, incluyendo a la familia de Rojas y al presidente venezolano, Nicolás Maduro, quien no dudó en expresar sus felicitaciones a la campeona caraqueña por lograr que el himno de este país resonara en el Estadio Olímpico de Tokio.
Siendo así las cosas, los años de trono de la colombiana Caterine Ibargüen han llegado a su fin para darle la bienvenida a Yulimar. Dos grandes mujeres que se han encargado de dejar en lo más alto al deporte sudamericano en todas las latitudes del mundo.
La Xenofobia contra Yulimar
Como una pequeña mancha oscura que para nada logra opacar el triunfo de Yulimar Rojas en los Juegos Olímpicos, en Twitter y otras redes sociales se empezaron a ver algunas manifestaciones de xenofobia contra la deportista, siendo muchas de ellas por parte de colombianos.
En algunos casos estos comentarios estaban orientados a comparar a la nueva campeona del mundo con la anterior, Caterine Ibargüen. Una rivalidad que por cierto carece de sentido ya que la misma atleta colombiana ha salido a celebrar el triunfo de Yulimar Rojas en los Olímpicos.
Por supuesto, esta clase de comentarios han generado una ola de rechazos por parte de personas que consideran irrespetuoso utilizar la nacionalidad de la deportista para intentar opacar su gloria. Un problema de xenofobia ya muy conocido en países latinoamericanos, entre los cuales está Colombia, en el que este tipo de episodios contra la población venezolana va cada vez más en crecimiento.
No obstante, a pesar de esta lamentable situación, lo único cierto es que Yulimar Rojas es hoy por hoy la mejor deportista de salto triple en toda la historia y a sus 26 años conquista Tokio con su impresionante debut. Las cosas así, siendo mujer, afroamericana, venezolana y homosexual, Yulimar escribe una nueva página en el deporte. Una más incluyente, lejana de los odios y lograda con un grito al mundo que deja claro que Venezuela sigue en pie de resistencia a pesar de todos los males que le acechan.