La suspensión temporal que impuso la Procuraduría al alcalde de Medellín, Daniel Quintero, ha generado un enorme revuelo de cara a las elecciones presidenciales. Desde la derecha y demás críticos, fue la consecuencia lógica de haber participado en política; mientras que para el Pacto Histórico es un ataque político que le trae recuerdos de la vez que Alejandro Ordóñez destituyó e inhabilitó a Gustavo Petro en la alcaldía de Bogotá (decisión que fue echada para atrás por la CIDH).
En ese marco, la discusión llegó al Congreso el pasado miércoles, donde se vivió un intenso enfrentamiento entre políticos del Pacto Histórico, así como de otros sectores de oposición, y varios congresistas del Centro Democrático. Uno de estos momentos llegó por parte del senador Santiago Valencia, que ante la presencia de Petro en el recinto no pudo evitar salirse de sus casillas y asegurar que “incluso Carlos Castaño ha salido a apoyar al señor Petro”.
Un momento que generó toda clase de burlas y críticas por parte de sus contradictores, ya que cabe recordar que Carlos Castaño, otrora máximo líder de las extintas Autodefensas Unidas de Colombia, fue asesinado en 2004 por facciones internas de las AUC lideradas por su hermano Vicente Castaño, según revelaron en su momento varios ex paramilitares a la Fiscalía. De hecho, en 2006 el equipo forense de la entidad habría confirmado el hallazgo de sus restos.
Al ser consultado por Kienyke.com, el senador Santiago Valencia señaló a través de un video que se trató “de un error que causa risa, pero que tiene explicación”, añadiendo que todo se dio en el marco de un enfrentamiento verbal entre el Centro Democrático y el Pacto Histórico. En medio de ello, asegura que tuvo su oportunidad de intervenir y en ese espacio aseguró que “lo que tiene Petro es un pacto criminal”.
“Digo que Petro se cree un Rey Midas criollo y que cree que todo lo que toca lo vuelve impoluto y bueno, entonces tiene exguerrilleros, ex paramilitares y ex bandidos corruptos (...) Hago referencia a los paramilitares, y aquí mi error, digo que Carlos Castaño había sacado un video apoyándolo, evidentemente esto es imposible y da risa porque Carlos Castaño está muerto”, asegura.
Además, rectifándose a sí mismo, señala que en realidad se refería a Salvatore Mancuso, “quien sí ha apoyado la propuesta de perdón social y ha apoyado la candidatura de Gustavo Petro, y además de algunos miembros del Clan del Golfo que durante el paro armado invitaban a la gente a votar por Gustavo Petro”.
En un segundo punto, se reafirmó en que mentalmente si tenía presente una relación entre Carlos Castaño y Gustavo Petro, recordando “la reunión que buscó con Carlos Castaño cuando estaba vivo, en contra incluso de sus compañeros del M-19”.
Este episodio que nombra el senador, en efecto ha sido ampliamente debatido en la opinión pública, pues fue precisamente el líder del Centro Democrático, Álvaro Uribe, quien puso en conocimiento unas supuestas reuniones que en su momento habría buscado Petro con Castaño para buscar protección e incluso señalar a miembros de la propia izquierda.
“El senador Gustavo Petro se reunía con Carlos Castaño, quien contaba que iba a pedirle protección, hablar mal de contradictores políticos de la misma izquierda y señalar a algunos”, aseveró Uribe en una plenaria del Senado de 2020, en la que además acusó al líder de la izquierda de reunirse con Castaño en 2001 en presencia de funcionarios de la Defensoría del Pueblo.
Acusaciones que Petro replicó, asegurando que “de chiripa” se salvó de la violencia de aquellos tiempos y defendiéndose por aquella reunión de 2001: “Fue la única vez que vi a ese señor delante de funcionarios públicos”.
Dos años después de aquella plenaria, ya en el calor de la jornada electoral que elegirá al nuevo presidente de Colombia, estos temas vuelven y recirculan en medio de la tormenta que generó la suspensión de Daniel Quintero. Una fuerte polarización que genera este tipo de lapsus y que ante la aparición de otra gran cantidad de roces entre ambos bandos políticos, incluso mereció un llamado de atención que pidió a los senadores no extender al recinto la violencia que ya es frecuente en un país que lleva años en guerra.