Libro de María Ángela Holguín, ¿clave para entender la crisis venezolana?

Lun, 06/09/2021 - 16:48
El exembajador de Colombia en la India y Turquía, Juan Alfredo Pinto, señala las bondades del nuevo libro de María Ángela Holguín sobre sus vivencias como funcionaria diplomática en Venezuela.

Hace pocos meses la excanciller colombiana, María Ángela Holguín, lanzó su libro “La Venezuela que viví”, un compendió de sus años de carrera diplomática durante los gobiernos de los expresidentes Álvaro Uribe Vélez y Juan Manuel Santos. Secretos, éxitos y fracasos de cuando ejerció como embajadora de Colombia en Venezuela (2002-2004) y Ministra de relaciones exteriores (2010-2018).

“Esta es la historia de diez intensos años de un país que cambió para siempre. Durante una década, primero como embajadora en Caracas y luego como canciller, María Ángela Holguín vivió el día a día de la Revolución Bolivariana de Hugo Chávez y de Nicolás Maduro”, resume la editorial Planeta en su página web.

Un libro que no pasó desapercibido en la opinión pública ni en la de muchos de sus excompañeros diplomáticos, que la reconocen como una voz válida a la hora de explicar el declive de una de las naciones más prósperas y ricas de Latinoamérica. Entre otras cosas, porque su papel de embajadora durante el Gobierno de Uribe le permitió un contacto directo con la figura de Hugo Chavez, quien según la funcionaria dista mucho de lo que es Nicolás Maduro hoy en día.

Precisamente, una voz de apoyo para la exfuncionaria llegó por parte del economista, escritor y exembajador de Colombia en la India y Turquía, Juan Alfredo Pinto Saavedra, quien en su más reciente columna en Kienyke.com definió a María Ángela Holguín como una “cronista de su propio vivir”.

“Del relato se obtienen variadas y valiosas referencias a los logros de la Venezuela democrática, mas también de la crisis del bipartidismo y de la corrupción que sirvieron de abono para el surgimiento de la mesiánica figura de Chávez“, asegura el columnista. 

En ese sentido, para Saavedra “La Venezuela que viví” es una buena forma de entender de primera mano el ascenso de Chávez al poder, su apoyo popular, “la influencia en la OPEP para contrarrestar la reducción de precios, los primeros logros en materia social, su progresiva crisis de gobernabilidad” y la manera en que lo catapultó el intento de golpe a cargo de una “burguesía untada de nostalgia del viejo poder”.

A fin de cuentas, la importancia de este texto recopilatorio de María Ángela Holguin se sustenta no solo en su trayectoria diplomática, sino en que la excanciller llegó a tener un mayor conocimiento de Chávez que del propio Juan Manuel Santos. Algo que corroboró en una entrevista con la FM, donde además resaltó haber tenido varias conversaciones cercanas con el entonces mandatario venezolano. 

Fue mucho lo que se logró en la normalización de relaciones con Venezuela y Ecuador. Sin embargo, América Latina ha vivido un ciclo de alineamiento hacia cargas ideológicas superadas por la historia y el sistema democrático ha perdido terreno por la corrupción y la exclusión social”, asegura Saavedra. 

De igual manera, señala como algo importante que el libro de Holguín aborde el trabajo diplomático desde sus  profundas dificultades y retos, así como la abrupta convulsión que estalló en Venezuela, marcada por “la crisis del gobierno y de la oposición, la inviabilidad del país, el silenciamiento de los medios, la ilegitimidad de las instituciones, la expulsión de los colombianos, el punto de quiebre en la relación bilateral y la migración masiva desde el país vecino”.

Holguín, la paz y Nicaragua 

 

Dos de los puntos quizá más controversiales de la carrera de Holguín, al tiempo que de su libro, son los episodios de la resolución del tribunal de La Haya sobre la demanda de Nicaragua que buscaba ampliar su soberanía marítima y su participación en las negociaciones con las Farc en La Habana.

Cabe recordar que desde 2001 se encontraba en curso una demanda de Nicaragua que intentaba ampliar su frontera marítima y obtener la soberanía sobre el Archipiélago de San Andrés y Providencia. Aunque Colombia mantuvo esta última, en 2012 (con Holguín como Canciller) el tribunal holandés decidió otorgar 75 mil kilómetros cuadrados de espacio marítimo al demandante, ordenando a Colombia reconocerlos como espacio económico exclusivo de dicho país.

Algo que en su momento se percibió como una derrota diplomática y generó un sinfín de reacciones que se extienden hasta el día de hoy, sobre todo por parte de personas que consideran que La Haya se extralimitó en sus funciones. 

La continuidad de María Ángela Holguín era incierta al término del primer cuatrienio, el asunto Nicaragua de tan compleja interpretación tenía incidencia. Pese a ser un problema incubado durante años y al discutible proceder de la Corte Internacional, el país percibía las decisiones como una derrota. Aún hoy, dependemos de la manera como la Corte valore los argumentos de Colombia”, señala Saavedra.  

Finalmente, el columnista menciona que la última parte del libro de Holguín habla sobre su participación en las negociaciones de La Habana, ingrediente fundamental para renovar los ánimos y ejercitar aquello que el Presidente López calificaba a menudo como una falla en el liderazgo colombiano”. 

“Ella no habla más allá de lo necesario pero tiene una tremenda fuerza para concretar acciones y obtener resultados. Por eso su aporte fue extraordinario”, opina. 

En ese sentido, tanto para el contexto colombiano como para el nutrido recuento de sucesos históricos de Venezuela, la reflexión que extrae el exdiplomático es principalmente uno: “la salida de la crisis democrática es una solución negociada entre las fuerzas políticas y los sectores sociales incluida la diáspora (y esta solución) ha de ser democrática y estar fundada en la restauración de una democracia real”.

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