Iván Duque, presidente electo de Colombia no pierde tiempo antes de su posesión y durante su visita a España, país en el que realiza una gira con varios líderes políticos, sociales y hasta deportivos, habló sobre un tema que está en boca de todos, que tiene preocupado al gobierno saliente y evidentemente, al entrante: la muerte de líderes sociales.
Durante el Forum Europa, Duque fue enfático al decir que pese a querer una paz sostenible, no aceptará el “chantaje de la violencia” de los grupos terroristas, y les advirtió que les aplicará toda la fuerza del Estado en pro de cuidar y proteger a los líderes sociales.
Así mismo, destacó que ha sido un error histórico que haya terroristas que hablen de paz mientras siguen cometiendo "fechorías" para fortalecer su posición en una mesa de diálogo, algo que evidentemente ha sucedido en el último tiempo con los distintos grupos al margen de la ley con los que se han entablado conversaciones.
Por esta razón se mostró partidario de que los representantes parlamentarios que sean acusados de crímenes de lesa humanidad puedan ser sustituidos por sus partidos por otros representantes, en clara referencia a miembros de las Farc que puedan ser juzgados y condenados.
[single-related post_id="904796"]
Casi al mismo tiempo, en Estados Unidos se daba a conocer un comunicado de interés internacional sobre el tema de los homicidios de los líderes sociales. En dicho documento el gobierno de Donald Trump manifestaba su profunda preocupación por los asesinatos de líderes campesinos y sociales en Colombia, además de solicitar a la justicia que actúe con celeridad para esclarecer los crímenes y condenar a los culpables.
"La embajada de los Estados Unidos (en Bogotá) ve con profunda preocupación el asesinato de líderes sociales y de derechos humanos en Colombia", indica el comunicado.
A su vez, "la embajada suma su voz a las solicitudes de investigaciones rápidas y efectivas de estos casos". Esta información se complementa con la capacitación y el intercambio de mejores prácticas que el gobierno estadounidense viene adelantando con las autoridades colombianas.
Datos de la Fiscalía indican que desde el 24 de noviembre de 2016, fecha en la cual el gobierno de Juan Manuel Santos y las Farc firmaron la paz, se han cometido 178 homicidios de líderes campesinos, dirigentes sociales e indígenas.
[polldaddy poll=10051768]
Sin embargo, la Defensoría del Pueblo afirma que entre el 1 de enero de 2016 y el 30 de junio de 2018 fueron asesinados 311 ciudadanos colombianos que se dedicaban a ser líderes sociales y defensores de derechos humanos.
Teniendo en cuenta esto y atendiendo a la solicitud a viva voz de miles de colombianos, el presidente Santos y organizaciones sociales firmaron en Bogotá un pacto para rechazar la violencia contra los líderes sociales, sabiendo que la mayoría de asesinados se han dado en zonas donde el conflicto armado fue más duro y que ahora se abocan a planes de desarrollo y posconflicto.
Vale la pena destacar que éste será uno de los retos más importantes de la administración del presidente Iván Duque, entendiendo la necesidad de establecer una estrategia de protección colectiva para los líderes sociales en las distintas regiones del país.
Por esta razón para el nuevo gobierno es tan importante tener bases sólidas y compromisos gubernamentales que ayuden a fortalecer las políticas de la seguridad de los defensores de derechos humanos.
