El 24 de noviembre de 2016 se convirtió en uno de los días más esperados desde los años 60. La firma del Acuerdo Final de Paz firmado por el Gobierno Nacional y las FARC-EP.
Luego de seis años de negociaciones, los acuerdos pusieron punto final a uno de los conflictos internos más largos del continente y del mundo. Luego de 24 meses desde la firma, Colombia ha visto la reducción considerable de actos delictivos por parte de grupos al margen de la ley.
El cese definitivo al fuego y las hostilidades hizo descender los indices de violencia. Además, se inició el tránsito a la vida civil de alrededor de 13.000 miembros del grupo delictivo, incluyendo unos 3000 privados de la libertad.
Otro punto fue la dejación y destrucción de mas de nueve mil armas de todo calibre, varias toneladas de explosivos y decenas de miles de municiones. Sin embargo, el punto más importante, fue lograr la transformación del anterior grupo guerrillero en un partido político, participando en las votaciones presidenciales y adquiriendo una curul en el ámbito parlamentario.
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De esta manera se logró lo inimaginable, la realización de los procesos electorales parlamentario y presidencial, como los más pacíficos y participativos en varias décadas. Por otro lado, los diferentes territorios afectados por la confrontación aprovecharon las diferentes oportunidades que brindó este Acuerdo de Paz, iniciando la unión de comunidades campesinas, organizaciones locales, jóvenes, empresarios, mujeres, pueblos étnicos, exguerrilleros comprometidos con la reincorporación a la vida civil, para impulsar el desarrollo, la convivencia y la reconciliación de la región.
La Jurisdicción Especial para la Paz ha buscado combinar el pleno respeto al debido proceso, la participación de las víctimas y sanciones restaurativas para los participantes en el conflicto.
A pesar de estos puntos a favor, quedan retos difíciles en varios lugares como el Catatumbo, Nariño o el Cauca donde la situación de violencia se sigue viviendo, careciendo de las garantías fundamentales del acuerdo. Una de las expresiones más negativas de esta violencia es la persistencia del asesinato a líderes sociales.
Finalmente, el expresidente Juan Manuel Santos se pronunció este sábado sobre este aniversario que permitió poner fin al enfrentamiento armado con el ahora colectivo político.
https://twitter.com/JuanManSantos/status/1066361066823852032
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