El senador y precandidato por la Alianza Verde, Iván Marulanda, compartió su visión sobre la reforma tributaria de cara a la realidad social y económica del país: la urgencia por la reactivación económica, la garantía de ingresos mínimos para los hogares más pobres a partir de una renta básica, y la deuda que tiene el Estado por un sistema tributario equitativo, progresivo y eficiente.
Marulanda afirmó que la reforma tributaria debe ser estructural y que la idea de una reforma fundada en la extensión del IVA a la canasta familiar sería catastrófica, pues es caerle otra vez a los pobres y a las clases medias. Contrario a lo que muchos piensan, señaló que sí es momento de presentar una reforma para que el Estado pueda cumplir con los desafíos que enfrenta.
Sostuvo que, la reactivación de la economía es de vida o muerte, y se necesita cuanto antes incentivos a las micro, pequeñas y medianas empresas, generar empleos, ingresos para la población y una renta básica a los hogares pobres.
"La pandemia desnudó la pobreza y vulnerabilidad de millones de hogares y la fragilidad de la estructura productiva. Ni esos hogares indefensos, ni esas empresas quebradas o a punto de cerrar, se salvan por sí solos, el Estado tiene que darles la mano, es su deber, pero no tiene con qué", explicó.
De acuerdo con el senador de la Alianza Verde, en Colombia hay aproximadamente veinticinco o más millones de colombianos en pobreza y vulnerabilidad, así como centenares de miles de empresas que reclaman apoyos. Y según afirmó, el Estado está obligado a atenderles, ya que fue constituido para impulsar a la sociedad y para rescatarla cuando fuere necesario, como ahora. "Es lo que hacen los países responsables hoy en el mundo ante la hecatombe de la pandemia, garantizar la vida digna de las personas y no dejar sucumbir la economía".
Expresó que el mecanismo de devolución del IVA como lo ha diseñado hasta ahora el DNP no tiene cobertura suficiente y sus costos operativos son costosos, tanto para su administración, como para la población pobre y vulnerable. Por lo tanto, sugirió que esa idea se debe descartar por los graves riesgos a los que se sometería a estas poblaciones y a segmentos de la clase media.
"La devolución del IVA es incipiente en Colombia, solo le llegó a 1 millón de hogares en el 2020 y quizás a 2 millones en el 2021, mientras el IVA generalizado se le cobraría a más de 5.5 millones de hogares pobres y más de 2 millones vulnerables, además de los hogares de clase media", manifestó.
Marulanda aseguró que apoyaría una reforma tributaria sólo si fuese para aproximar el sistema tributario al mandato constitucional de que debe ser progresivo, equitativo, eficiente y suficiente.
"Pero si es para profundizar las desigualdades, aumentar los privilegios de quienes tienen la capacidad y el deber ético de contribuir al erario para que el país progrese y para mantener el Estado en condiciones de indefensión, no tiene mi apoyo. Es lo que vienen haciendo hace decenios y somos el país más desigual de América, con escenarios de miseria insostenibles y a punto de explotar", puntualizó.
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El senador dijo que las personas y las empresas acaudaladas en Colombia se divierten haciéndole trampas al erario y ocultando sus fortunas para no pagar impuestos, y considera que esto no solo es insolidaridad y avaricia, sino ignorancia.
"Si los que se enriquecen con el desarrollo del país no aportan de acuerdo con su músculo económico al desarrollo de la sociedad, siempre el país será pobre y violento ¡y todos infelices!".
Dijo estar de acuerdo con gravar las pensiones de más de 10 millones, pero con la condición de que las tasas de impuestos a las pensiones sean progresivas, altas para las de mayor cuantía, moderadas a las que estén en la base impositiva.
El senador expuso que la reforma debe grabar las altas rentas, los altos patrimonios, las herencias exorbitantes, los dividendos elevados de personas naturales y jurídicas, con incremento de tasas marginales de impuestos, proporcionales a la riqueza de los contribuyentes, sin tocar clases medias ni sectores populares.
"Es urgente desmontar beneficios tributarios que consagran privilegios y abren troneras a la enorme evasión. Y entregarle recursos a la DIAN para administrar con eficiencia el sistema y controlar y castigar la evasión y la elusión de impuestos", concluyó.
