Panorama de una negociación con el ELN en Gobierno de Duque

Vie, 03/08/2018 - 13:04
El primero de agosto concluyó el sexto ciclo de negociaciones entre el ELN y el gobierno de Juan Manuel Santos. Con su salida del poder, se abre un nuevo capítulo en la historia de la paz en el paí
El primero de agosto concluyó el sexto ciclo de negociaciones entre el ELN y el gobierno de Juan Manuel Santos. Con su salida del poder, se abre un nuevo capítulo en la historia de la paz en el país. En este caso, será Iván Duque el encargado de escribirla.  Los hechos de la última semana revelan que sin duda los diálogos de paz con ELN son uno de los retos en la agenda del presidente electo. El presidente Santos afirmó que ahora está en manos de un nuevo gobierno lograr un cese al fuego y decidir si avanza o da un paso al costado. "Ya hay un documento y protocolo sobre el nuevo cese al fuego. Esperamos que el próximo gobierno decida continuar con este punto y con el resto de la agenda”, puntualizó el mandatario saliente. Ante este escenario, KienyKe.com se comunicó con el docente universitario y analista político Víctor De Currea Lugo, quien esbozó el panorama que se aproxima en el proceso de negociación con el nuevo gobierno. [single-related post_id="919308"] Inicialmente, De Currea Lugo explicó que hay canales de comunicación abiertos entre el uribismo y el ELN que los medios de comunicación desconocen y darían un margen de esperanza para que la mesa de negociación no se rompa de manera inmediata. Además de reconocer la presión que ejerce la comunidad internacional que se ha involucrado durante los últimos años con la paz de Colombia. "Hay que incluir lo que implica la presión de la comunidad internacional porque una mesa a la que se le ha invertido tampoco se puede romper sin pagar un costo político", señaló. Sin embargo, indicó que existen diferencias importantes que se deben tener en cuenta en los puntos de vista de ambas partes. Por un lado, "el modelo que han planteado algunas voces del uribismo como Alfredo Rangel es lo más cercano a una negociación tipo rendición, mientras que el ELN plantea un modelo diferente que no necesariamente es como muchos dicen una revolución en la mesa".  Para reafirmar esto, el exsenador Rangel explicó a este medio que desde esta fuerza política se han planteado tres condiciones para continuar con las negociaciones, una de esas es "el cese al fuego definitivo e incondicional de acciones violentas y criminales por parte del ELN". En segundo lugar, no poner sobre la mesa de diálogos la agenda nacional, "con el ELN que es un grupo sin legitimidad, que no representa a nadie aparte de a ellos mismos, no se puede negociar la agenda nacional" y, por último, señaló la importancia de la acción legal al final de proceso,"debe haber justicia y castigo para responsables de crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad que sean proporcionales a la gravedad del delito". Aseguró que después del 7 de agosto es posible que el gobierno dé a conocer las reglas del juego para avanzar en la negociación: "El gobierno va a hacer pública las condiciones para continuar esas conversaciones y dependerá del ELN si las acepta o no".  Asimismo destacó que a pesar del discurso de Duque que refleja cierto escepticismo hacia el proceso, el ELN ha dicho que esperará al presidente y estarían dispuestos a negociar con él, pero aún está bajo evaluación el cómo.
"Si Duque decide negociar con el ELN no van a haber enemigos de la paz, precisamente porque el representa el ala más de derecha de este país".
Por otro lado, el analista mencionó que una de las razones del fracaso de este proceso de negociación es pensar que tras los acuerdos con las Farc, por inercia, el ELN negociaría. "El gobierno de Santos no leyó bien al ELN, trato de repetir el modelo de negociación que usaron con las Farc, lo que es un fracaso", dijo De Currea Lugo. [single-related post_id="919336"] Además indicó que una parte del gobierno y de la sociedad sigue creyendo en la postura de los elenólogos que afirman que el ELN está disminuido, fracturado y sin mando unificado y todo eso es incorrecto. "Si uno no conoce al enemigo con el que está negociando, negocia mal".

El proceso con Juan Manuel Santos 

Aunque el gobierno de Juan Manuel Santos se esmera en resaltar los avances y la "buena voluntad" que tantas veces fue protagonista en la mesa de negociación, son muchos los expertos que coinciden en decir que, si bien se puso la primera piedra en este proceso, dadas las condiciones, la aproximación más cercana a la realidad con este grupo armado es la incertidumbre que reina en la mente de los colombianos.  Diecisiete meses parecen no haber sido suficientes para establecer de forma concreta las bases de un acuerdo entre el Gobierno y el grupo armado. El proceso tuvo un paso interrumpido, durante los primeros meses fueron pocos los avances que evidenció el país, en cambio según Jorge Luis Yarce Tamayo, docente de la Universidad Central, explicó que se vio un crecimiento en el número de tropa armada lo que obligó al Gobierno a negociar bajo cierto condicionamiento o exigencias del ELN, lo que no ocurrió en su momento con las Farc. “Definitivamente lo que nos deja Santos con el ELN es incertidumbre. Sobre todo porque después de la desmovilización de las Farc, los espacios vacíos que dejan territorialmente, que no cubre el gobierno en muchos sectores del país, fueron apropiados por el ELN”, señaló Yarce Tamayo. En septiembre del 2017 con la llegada del Papa a Colombia el ELN decidió dar paso a una tregua bilateral que duró 101 días. Luego de finalizar el efecto que desató el fin del cese al fuego levantó una ola de violencia y ataques en el país que llevaron al presidente Santos a suspender la mesa de negociación indefinidamente. "Pero para continuar la negociación de paz esta doctrina exige un mínimo de coherencia. Al mismo tiempo mi paciencia y la del pueblo colombiano tienen sus límites. Por lo tanto, he tomado la decisión de suspender la instalación del quinto ciclo de conversaciones que estaba prevista para los próximos días", aseguró Santos.  Para ese momento y bajo la dirección de Gustavo Bell, en remplazo de Juan Camilo Restrepo, las cosas parecían no ir bien. Ecuador como país garante de las negociaciones y Quito como sede de la mesa de diálogos le daba la espalda a Colombia al verse en el "centro" del conflicto armado. "Le he solicitado a la canciller de Ecuador que frene conversaciones con el ELN y nuestra condición de garante de ese proceso de paz, mientras no se comprometan a dejar esas actividades terroristas", dijo el presidente ecuatoriano Lenin Moreno en su momento. Tras esto, el Gobierno y sus delegados se dieron a la tarea de encontrar el escenario ideal para poder iniciar con la sexta fase de diálogos de paz, fueron varias las ofertas pero al final, La Habana, Cuba, fue nuevamente escogida y como años atrás con las Farc abrió las puertas a dos sectores que buscaban una solución lejos de la guerra. Pero el lugar no garantizó el fortalecimiento de la mesa. El dos de julio inició el sexto ciclo de conversaciones que dada la coyuntura de un nuevo gobierno, el de Iván Duque, generó una incertidumbre alrededor del futuro de la negociación. Al terminar no hubo acuerdo, ni el prometido cese al fugo, los intentos parecen no haber sido suficientes y no queda más que una mesa vacía a la espera de quienes decidan sentarse en ella y volver a empezar.
Más KienyKe
El panorama para modernizar el aeropuerto Gustavo Rojas Pinilla de San Andrés quedará en el olvido por falta de licitación.
La contraloría emitió un contundente llamado al Gobierno para alertar sobre los problemas de financiación del Icetex.
El abogado de Andrés Camilo Sotelo Torres reveló detalles de lo que sucedió entre Juan Felipe Rincón y la menor de 15 años.
A raíz de la decisión del Gobierno británico de exigir visa a los colombianos, Gustavo Petro emitió un contundente mensaje.
Kien Opina