Actualmente, el alcalde de Bucaramanga, Rodolfo Hernández está en su despacho haciendo sus labores cotidianas, pero es incierto saber hasta cuándo lo estará. La tutela que lo mantenía en su cargo la tumbó un fallo del Consejo de Estado. Dicha tutela frenaba de alguna manera la suspensión por tres meses proferida por la Procuraduría General de la Nación, por golpear a un concejal.
Esta semana, el alcalde le envió una carta al procurador Fernando Carrillo y la publicó en sus redes sociales. “¿Me voy o me quedo?” fue la pregunta principal y pidió claridad sobre la decisión emitida por la entidad.
Al mismo tiempo, la misma Alcaldía presentó una terna ante la Gobernación de Santander y de ésta podría salir la persona que estaría a cargo mientras se cumple la suspensión.
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No obstante, según el un trino del Gobernador Didier Tavera, la persona que quedaría como alcalde encargado de la ciudad sería Manuel Azuero, actual asesor de despacho del alcalde Hernández, quien quedó asignado, antes de la tutela que interpuso el Alcalde contra la suspensión.
Al momento de hacer esta publicación, desde el despacho del alcalde de Bucaramanga se informó que no ha recibido respuesta por parte de la Procuraduría.
Días antes de que todo esto ocurriera,
KienyKe.com le hizo una entrevista al alcalde Rodolfo Hernández. Esta es la primera parte.
La entrevista
Desde su posesión ha sido un alcalde polémico. Se quiso meter de frente contra la corrupción y una de sus palabras favoritas es “politiquería”. Parece no arrepentirse, ni de lo dicho ni de lo hecho, y asegura que su mejor legado es el cambio de mentalidad en los ciudadanos. Habló con
KienyKe.com sobre su gestión.
KyK: ¿Qué ha sido lo más satisfactorio de ser alcalde de Bucaramanga?
Rodolfo Hernández: Le voy a contar la realidad, los sentimientos, los sueños cumplidos y los frustrados. Lo más importante que he hecho en la alcaldía, creo yo, y así lo siente la comunidad, es haber cambiado un poco la mentalidad de la ciudadanía con respecto a la elección de sus gobernantes en las elecciones de alcaldes, Concejo, gobernadores y Asamblea.
Ese cambio de actitud no es fácil de hacerlo porque es una ruptura total de unos códigos de comportamiento que, históricamente, se ha incrustado en las neuronas de los ciudadanos y actuaban, simplemente, unos vendiendo los votos y otros, negociando el voto para hacer canje por intereses que no benefician a la colectividad. Eso es lo más importante que dejamos: el cambio de actitud en beneficio de todos.
Díganos tres cosas que usted le haya prometido en campaña y que haya cumplido como alcalde.
Lo primero, eso, enfrentarse a realizar ese cambio, porque para poderlo realizar, usted tiene que enfrentar la politiquería. Todos estos politiqueros que se disfrazan de gestores comunitarios y ocupan los sillones de la Gobernación, la Alcaldía, el Concejo y la Asamblea. Hay muchos de esos que son simplemente unos ladrones
redomaos que vienen a atracar el patrimonio público, tener plata para en la próxima elección y volver a comprar. Eso es lo primero: enfrentar.
Y dejar en las neuronas de la ciudadanía ese cambio de actitud.
Lo segundo es haber podido hacer unos presupuestos ajustados a los saldos reales que nos tocó manejar porque aquí, los dos primeros años los pasamos pagando robos de todo lo que dejó la politiquería.
Es aplicarles las dos terceras partes del presupuesto a los más pobres. ¿En qué ítem específicamente? En reconstrucción de salones comunales y ponerlos a tono con los mejores de Colombia y de pronto de Sudamérica, hacer la dotación de los mismos, reconstrucción de escuelas, colegios, la dotación, centros de salud y, a través del Instituto de Cultura, tener diferentes programas que cambiaran el ocio que tiene la gente, el descanso, por actividades culturales que enriquecen en el largo y en el mediano plazo las actitudes para que trabajen más en comunidad. Esa es la segunda.
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Y la tercera, es tener un equipo aquí en la Alcaldía que se logró construir totalmente comprometido con esa filosofía, reconociendo que hay fallas y que hace falta mucho por hacer. Pero aquí pasamos de cuatro mil funcionarios a 1.100,
quiere decir que había 2900 politiqueros haciéndoles favores a los señores concejales para que fueran promotores y politiqueros y seguir en lo mismo.
En este tiempo que le queda ¿Qué le falta por hacer?
Yo digo que lo principal es seguir en lo mismo, ahondar en la cultura política de la ciudad porque qué sacamos con empezar a hacer más cosas si el 31 de diciembre a la gente no le quedó nada dentro de su conciencia, dentro de sus neuronas para no volver a caer en vender el voto que es vender su felicidad, sus ilusiones y sus sueños. Seguir en lo mismo, seguir en la misma ola, eso nos ha traído como consecuencia, no solamente acá en Bucaramanga, sino en el departamento y digámoslo así de frente, en el país, que me reconozcan como el alcalde que atacó a fondo la corrupción.
Al tener este talante… ¿Cómo ha sido la relación con el concejo de Bucaramanga?
Pues digamos que romper el esquema que ellos tenían fue difícil. Nosotros en la campaña ofrecimos dos cosas, únicamente dos cosas: lucha frontal contra la corrupción en sus diferentes expresiones y la defensa acérrima, con la vida, del páramo de Santurbán. Eso es lo que ofrecimos. Si se acaba la corrupción, se resuelven otros problemas como ya vimos que se han venido resolviendo; no en la magnitud que la ciudad necesita ante el represamiento de todas esas necesidades, pero sí hemos hecho.
A propósito de Santurbán, ¿cómo va esa delimitación del páramo y qué papel ha jugado la Alcaldía?
La delimitación del páramo es por cuenta de Ministerio de Ambiente, nosotros tenemos es que estar atentos a las instancias que nos da la ley en técnica y en jurídica, de oponernos a eso porque eso es destruir la vida, es destruir el agua.
No hay intervención como la que pretende hacer Minesa aprobada por el Gobierno Nacional en la primera fase, que era la exploración, que ya tienen, que no destruya el medio ambiente. Y aquí ese medio ambiente es el agua. No hay vida si no hay agua.
Yo creo que si ya hemos recorrido 40 meses y el Gobierno Nacional no se ha atrevido a acelerar, es porque ve que Bucaramanga está decidida a oponerse sin violencia, ante toda esa ambición que tienen algunos politiqueros, porque ahí está metidos politiqueros que son los que ganan con la explotación del páramo.
Ellos venden licencias.
Usted propuso un programa en su campaña que fueron los ‘20 mil hogares felices’ ¿Qué pasó con eso?
A mí, cuando me entregaron la Alcaldía me entregaron un documento que no era la realidad. El sueño mío era detener la urbanización pirata y la invasión, ofrecerle a la ciudadanía unos terrenos totalmente gestionados jurídicamente, urbanizar lotes y venderlos, pero me tocaba comprar la tierra, y para comprar la tierra, toda la trazabilidad fiscal que dice la ley, toca tener la plata en el banco.
Pues resulta que la plata se la robaron toda. La de los mandatos anteriores y la mía también. Entonces ante eso, me tocó a base de persuasión con el dueño del lote, que es lote Cemex, hacer toda la gestión de suelo, que espero que antes de que termine este año quede la gestión del suelo, para que el otro alcalde entre a ejecutar. Me quedé con esa ilusión frustrada.
Escuche la primera parte de la entrevista aquí:
Espere mañana la segunda parte de esta entrevista.