Logrado el acuerdo en La Habana, que permite a la Farc participar en política, la sociedad tiene ahora que darse la pela. Lo dice en términos claros y coloquiales el analista en temas de paz León Valencia.
Es un acontecimiento, explica:
“Es el corazón de un acuerdo de paz. Las guerrillas siempre alegaron la exclusión política como motivación de su lucha. Nacieron porque planteaban que el Frente Nacional los marginó del poder y de la posibilidad de competir en política. Con la Constitución del 91 también se declararon excluidos. Pese a existir un acuerdo para la participación política de la Unión Patriótica, los mataron a todos. La guerrilla pide la participación política. La sociedad, la desmovilización y el desarme.
¿Qué consecuencias ve en la coyuntura política electoral colombiana?
Primero, que es irreversible, no tiene vuelta atrás. Y tiene un impacto muy grande en la coyuntura política, porque pone a discutir al país ya no sobre si hay paz o no… sino sobre las condiciones en que se firmó esa paz.
En los últimos 30 años las campañas políticas se han hecho alrededor de la paz o la guerra. Ahora hay nuevos retos y más preguntas: ¿Los señores de las Farc van a respetar el acuerdo, van a desarmarse, van a ayudar a reconstruir el Estado en esas regiones?
Los enemigos de la paz, que estaban diciendo que en La Habana no iba a salir nada, están viendo que sale algo y tienen que discutirlo. La participación de las Farc en política será el caballito de batalla de Uribe. También lo será del candidato del uribismo, Óscar Iván Zuluaga.
El país tendrá que definir si sigue siendo un gueto cerrado, a diferencia de toda la región, donde ha habido procesos de democratización, de recambio de las élites. Aquí no, aquí seguimos con las mismas élites políticas que comenzaron a gobernar en el siglo XX, atravesaron el XXI y están ahí.
¿Usted es optimista sobre el desarme de las Farc y una pacífica participación en política?
Es un reto enorme de la sociedad. Si miramos hacia el pasado, entonces muy pesimistas. Nunca ha habido un posconflicto. Por eso la violencia se ha mantenido, cesa por momentos cuando se hace un acuerdo de paz, parcial, con algunas organizaciones, como con la guerrilla en los noventas. O como se hizo a principios de este siglo con las autodefensas. Pero esa violencia vuelve a resurgir en las zonas, porque donde se firman los acuerdos, no hay posconflictos, no hay sustitución de lo que hacía la guerrilla por el Estado. No hay reconstrucción de Estado, no hay la tercera fase que se prometió en los procesos.
¿El Estado está capacitado para lo que viene, después de la paz?
No está preparado. Tiene que hacerlo a las carreras. Muchos le hemos insistido: hablemos de posconflicto ya. Miremos cómo se van a aplicar los acuerdos de La Habana en las regiones. Hablemos de dónde están las Farc y cómo se sustituye lo que hacen en esas regiones. Y el gobierno todavía no tiene ni la capacidad ni la disposición para hacerlo. Eso es asunto para preguntarle también a las guerrillas, ¿cómo van a organizar su posconflicto?
Los detractores del proceso dicen que hay riesgo de impunidad…
Esos son pretextos y discursos precisamente para oponerse a la paz. No es que estén contra la impunidad y se oponen. Están contra la paz y por eso echan el argumento de la impunidad.
Se discute sobre niveles de justicia, penas alternativas o cárcel. Ahí la sociedad tiene que darse la pela, porque si se plantean años de cárcel, así sean pocos, no habrá paz. Nadie se va a venir de 60 años, edad que tienen la mayoría de los jefes, a meterse en la cárcel y morir allá, siendo que no los han acabado ni derrotado ni vencido por las armas. Le estoy hablando de realidades, no por favorecer a la guerrilla, con la cual tengo muchas diferencias.
Para haber verdad, tiene que haber verdad. Que haya reparación, que la haya. Que se desarmen, que se desmovilicen. Tiene que haber penas alternativas, ellos tendrán que pedirle perdón al país y a las víctimas. Pero si se piensa en cárcel…no habrá paz.
"La sociedad tiene que darse la pela": León Valencia
Vie, 08/11/2013 - 05:39
Logrado el acuerdo en La Habana, que permite a la Farc participar en política, la sociedad tiene ahora que darse la pela. Lo dice en términos claros y coloquiales el analista en temas de paz León V