Tras darse la lectura del comunicado conjunto de las delegaciones del Gobierno Nacional y las Farc en La Habana, confirmando la finalización de los acuerdos en la mesa de negociaciones; ambas partes reiteraron su compromiso con la generación de un escenario ideal de paz para Colombia.
“Hemos cumplido la promesa que hizo el presidente Santos desde un principio. Los colombianos tendrán la última palabra” dijo el jefe del equipo negociador del Gobierno, Humberto de la Calle, quien aclaró que la firma final no significa una “claudicación mutua” sino el “paso a una nueva oportunidad de vida”.
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De la Calle, quien representó la voluntad y el deseo del Gobierno durante estos cuatro años de negociaciones, pidió comprensión y paciencia al pueblo colombiano para la etapa que sigue, que no se limitará únicamente al “silencio de los fusiles” sino al sacrificio de la ciudadanía por sacar adelante lo acordado en La Habana.
“Tenemos que asumir una responsabilidad como colectividad humana en la que cada quien debe jugar su propio papel. Hasta el último de los colombianos tiene mucho que aportar” indicó.
El jefe negociador dejó claro que se estableció un compromiso serio y transparente sobre el cese de fuego y hostilidades bilateral y definitivo. “Hay un mecanismo de verificación y monitoreo de gran calado. La presencia de Naciones Unidas y de los miembros de los países de la CELAC imprime un sello de garantía que brinda tranquilidad a la ciudadanía. Las armas desaparecerán de las manos de las Farc” expuso.
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Frente al llamado a las urnas que deberán atender los colombianos el próximo 2 de octubre para votar en el plebiscito por la paz, el jefe negociador expresó: “No quiero pedirles que confíen en la paz “a ciegas”. La firma de un acuerdo de paz no es un salto al vacío” agregando que aunque no es un acuerdo perfecto, “es el mejor acuerdo posible”.
Los compromisos de las Farc
El cierre del evento protocolario del fin de los acuerdos estuvo a cargo del jefe del equipo negociador de las Farc, Iván Márquez, quien abrió la puerta para la convocatoria de lo que podría ser una Asamblea Nacional Constituyente, idea con la que están de acuerdo sectores ideológicos opuestos a las negociaciones.
“Como garantía de la paz, debe abrirse campo el Gran Acuerdo Político Nacional tras el plebiscito propuesto por las partes, al que invitamos a las fuerzas vivas de la nación para que pensemos un nuevo marco de convivencia nacional” expresó.
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El jefe guerrillero anunció que de manera definitiva las Farc dejarán las armas para luchar de manera distinta por sus ideales. “Hemos ganado la más hermosa de todas las batallas, la de la paz de Colombia. Podemos proclamar que termina la guerra con las armas y comienza el debate de las ideas. Empieza la transformación social” afirmó.
De la misma forma, se refirió al modelo de justicia transicional que será adoptado para este caso, señalando que “a partir del indulto y la más amplia amnistía, se abre el camino para nuestra conversión política”.
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Iván Márquez también lanzó una petición que sería determinante para la etapa de implementación de los acuerdos: “Quedamos a la espera de Simón Trinidad”. Semanas atrás, el Secretariado de las Farc delegó a Trinidad, preso en Estados Unidos, como el coordinador de proceso de dejación de armas. Desde el inicio de los diálogos el grupo guerrillero dejó claro que el llamado ideólogo de las Farc era parte del equipo plenipotenciario de esa guerrilla.
Finalmente, el discurso del jefe negociador reiteró los resultados positivos de ambas partes: “Del cónclave de La Habana ha surgido humo blanco, tenemos paz. Viva Colombia, viva la paz”.
“Tenemos que asumir una responsabilidad como colectividad humana en la que cada quien debe jugar su propio papel. Hasta el último de los colombianos tiene mucho que aportar” indicó.
El jefe negociador dejó claro que se estableció un compromiso serio y transparente sobre el cese de fuego y hostilidades bilateral y definitivo. “Hay un mecanismo de verificación y monitoreo de gran calado. La presencia de Naciones Unidas y de los miembros de los países de la CELAC imprime un sello de garantía que brinda tranquilidad a la ciudadanía. Las armas desaparecerán de las manos de las Farc” expuso.
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Frente al llamado a las urnas que deberán atender los colombianos el próximo 2 de octubre para votar en el plebiscito por la paz, el jefe negociador expresó: “No quiero pedirles que confíen en la paz “a ciegas”. La firma de un acuerdo de paz no es un salto al vacío” agregando que aunque no es un acuerdo perfecto, “es el mejor acuerdo posible”.
Los compromisos de las Farc
El cierre del evento protocolario del fin de los acuerdos estuvo a cargo del jefe del equipo negociador de las Farc, Iván Márquez, quien abrió la puerta para la convocatoria de lo que podría ser una Asamblea Nacional Constituyente, idea con la que están de acuerdo sectores ideológicos opuestos a las negociaciones.
“Como garantía de la paz, debe abrirse campo el Gran Acuerdo Político Nacional tras el plebiscito propuesto por las partes, al que invitamos a las fuerzas vivas de la nación para que pensemos un nuevo marco de convivencia nacional” expresó.
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El jefe guerrillero anunció que de manera definitiva las Farc dejarán las armas para luchar de manera distinta por sus ideales. “Hemos ganado la más hermosa de todas las batallas, la de la paz de Colombia. Podemos proclamar que termina la guerra con las armas y comienza el debate de las ideas. Empieza la transformación social” afirmó.
De la misma forma, se refirió al modelo de justicia transicional que será adoptado para este caso, señalando que “a partir del indulto y la más amplia amnistía, se abre el camino para nuestra conversión política”.
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Iván Márquez también lanzó una petición que sería determinante para la etapa de implementación de los acuerdos: “Quedamos a la espera de Simón Trinidad”. Semanas atrás, el Secretariado de las Farc delegó a Trinidad, preso en Estados Unidos, como el coordinador de proceso de dejación de armas. Desde el inicio de los diálogos el grupo guerrillero dejó claro que el llamado ideólogo de las Farc era parte del equipo plenipotenciario de esa guerrilla.
Finalmente, el discurso del jefe negociador reiteró los resultados positivos de ambas partes: “Del cónclave de La Habana ha surgido humo blanco, tenemos paz. Viva Colombia, viva la paz”.
