Señor expresidente, quienes le conocemos sabemos de su buen humor. Ha llegado usted a la campaña de Santos bravo, a veces a gritar…
Es que en política no se hace claridad sino hablando claro. Si la gente está confusa hay que hablar con claridad.
En la primera vuelta había mucha confusión. No soy cortesano. Inclusive le he hecho muchas críticas en algunos frentes al presidente Santos, le he hecho críticas en tareas de gobierno y de administración, pero la verdad es que el país tiene un demócrata y una persona capaz, preparada, comprometida con la paz, y que el presidente Santos será mejor presidente que Óscar Iván Zuluaga, y con su patrocinador detrás.
Soy hasta de buen humor y mamagallista, lo que pasa es que me gusta hablar claro y a la campaña de Santos le estaba pasando que el señor Uribe a los gritos le estaba haciendo un enorme daño. Lo de los dos millones de dólares fue inaudito. La campaña se quedó como pasmada en vez de salir a hacer lo que yo hice, decirle a Uribe "usted es un mentiroso, muestre las pruebas".
Claro que no las tenía, se tuvo que retractar, y con la complicidad del Procurador no pudimos saber antes de la primera vuelta que lo que había dicho el presidente Uribe era falso, y era una mentira a los gritos porque él calla a la gente a los gritos, ¿entonces qué hacemos? Intimida a la gente y dice cosas bárbaras y falsas a los gritos. Bueno, ¿qué hacemos?, enfrentarlo en el mismo terreno.
¿Decidió emparejar los gritos?
Pues sí, ¿qué más hacemos? Si la gente se deja intimidar hace un enorme daño. Lo de los dos millones de dólares fue una cosa escandalosa, con enorme daño a la democracia y al país.
Y entonces necesitaban alguien que gritara duro…
Bueno, debe ser que yo soy más gritón.
(Risas) Debe ser el tono de voz.
Sí, eso sí.
¿Lo llamaron a salvar la patria?
No, ningún salvar la patria, me llamaron a reforzar la campaña, yo no me siento salvador de nada, nunca me he sentido salvador.
¿Después de la derrota de la primera vuelta sufrida por el santismo, cómo han reorganizado la campaña?
Hubo muchos problemas en la primera vuelta. El presidente no llegó con su mensaje; la publicidad en televisión fue insuficiente; los recursos fueron insuficientes, increíble pero es así; la organización electoral funciona de una manera bastante precaria, y todas esas circunstancias no permitieron que se expresara el voto.
Existieron también episodios públicos que le hicieron daño al presidente Santos como la denuncia del presidente Uribe de que él sabía que habían entrado 2 millones de dólares a la campaña, cosa que ya se sabe que es totalmente falsa, y que él de manera irresponsable no dijo antes de la primera vuelta, eso es una cosa por lamentar, de verdad y que el Procurador se haya prestado para eso es todavía más grave. Se tomaron todo el tiempo para decir que no es verdad. Es una cosa aterradora.
Ahora las opciones son más claras, ya no hay tanta confusión, no es la guerra sucia lo que prevalece, se está empezando a hablar de la esencia de cada campaña. Creo que los colombianos tienen opciones bastante claras.
En los últimos días, una columna de William Ospina convulsionó la izquierda al señalar que entre los dos males, Santos no es la mejor opción…
Bueno, eso es muy respetable. La gran mayoría de los dirigentes de la izquierda se ha pronunciado en favor de Santos y el proceso de paz, pero que haya personas que piensen distinto están en todo su derecho.
¿Qué hacer frente a la abultada abstención en la primera vuelta?
Se llegó allí por confusión. Creo que la gente en medio de cinco campañas, en medio de tantas informaciones negativas, terminó desmotivada y sin saber qué hacer, pero ahora tenemos solo dos opciones y son mucho más claras.
Va a haber una movilización masiva y una votación copiosa en las próximas elecciones.
¿Qué tanto pueden influir en estos días las adhesiones?
Que lleguen organizaciones políticas grandes a apoyar sirve mucho. Le ayudan a la gente a pensar y a tomar una decisión. Los pronunciamientos que han venido haciendo dirigentes intelectuales y dirigentes políticos de toda naturaleza, aclaran el panorama.
Nosotros estamos muy contentos de tener apoyos de algunos de los columnistas más críticos del presidente Santos, porque creen en la paz, en el presidente, una persona demócrata que actúa con moderación, que no persigue a nadie, porque creen que no tiene gestos espectaculares ni es histriónico pero sí tiene una cantidad de áreas donde el país ha avanzado mucho.
¿Qué opina sobre los últimos pronunciamientos del candidato Zuluaga en torno a la paz?
Inaudito. En cada semana tenemos una posición distinta del doctor Óscar Iván Zuluaga sobre la paz.
Empezó diciendo que el proceso de La Habana se tenía que acabar ya. Después dijo que hay que negociar con terroristas.
La semana pasada, a raíz de un compromiso electoral con la doctora Marta Lucía, volvió a cambiar su posición. Y el fin de semana volvió a hacerlo. Dijo que en Colombia no hay conflicto armado, que hay una amenaza terrorista.
Mientras unos hablan de evaluación del proceso y lo pactado, el candidato a la vicepresidencia (Holmes Trujillo) dice que no hay nada pactado. Es un salpicón de ideas todo el tiempo mutantes, y difícil que el país sepa dónde es que están parados.
¿Cuál es la diferencia que nos hace optar por Santos o Zuluaga?
Santos es un presidente comprometido con el fin de la guerra, comprometido con la paz, y comprometido con liberar una inmensa cantidad de recursos y energías que están dedicadas a eso para poder enfrentar los problemas del país.
Nuestra policía en gran medida está en los montes haciéndole frente a la guerrilla, a las Bacrim, a los paramilitares, en vez de estar en nuestras ciudades ayudando a la seguridad. Eso puede cambiar de manera fundamental. Le doy un solo ejemplo de cosas que pueden cambiar a Colombia.
Ahora, fuera de eso el presidente Santos es una persona demócrata. Algunas de las personas que han combatido más fieramente al presidente Santos, y te cito a Ramiro Bejarano o Antonio Caballero, o a la senadora independiente Claudia López, van a votar por él, por la paz, por la democracia, por el respeto por las ideas ajenas, porque haya respeto por los otros poderes y por la justicia.
En cambio el presidente Uribe resolvió que él no podía poner una denuncia en la Fiscalía, porque no cree en la institución.
Ya sabíamos que no creía en la Corte Suprema. Hay que ver que sacó del país a uno de los principales testigos de las chuzadas a los magistrados, diciendo que es que aquí no había garantías y que aquí no había justicia.
Santos es democracia. Uribe es autoritario y guerrero.
¿Cómo entender que haya voluntad de paz de la guerrilla con el asesinato de un capitán en el Caquetá y cuatro soldados masacrados en el Cauca?
Obviamente hay que ser solidarios con nuestros soldados y con nuestros oficiales que pierdan la vida.
También hay cierta tendencia de echarle la culpa a las FARC por todo lo que pasa. A mí me preocupó el día de elecciones, tal vez el día más tranquilo que ha vivido la Colombia electoral en toda su historia, con un caso que se mencionó como de violación de la tregua.
Se encontraron por allá en Antioquia un artefacto explosivo sin explotar, y quién sabe desde cuándo estaba por allí; resolvieron decir que eso era una violación de la tregua; y en el Caquetá hubo unos incidentes días atrás, algo que llaman hostigamiento, pero obviamente no produjo heridos ni nada, y dijeron que eso era una violación de la tregua.
Entonces a mí me preocupa que se esté trabajando con cierta desinformación pero lo de los soldados muertos es muy grave y hay que condenarlo, hay que solidarizarse con las familias. Nosotros somos todos solidarios con nuestra fuerza pública.
¿Cuál es su criterio -discutido en las redes sociales- sobre el secuestro?
Delito de lesa humanidad no es todo lo que a uno se le ocurra, delitos de lesa humanidad son cosas como genocidios, como la eliminación sistemática de grupos religiosos o de grupos políticos, y eso no lo definen los políticos.
Yo he querido hacer esa distinción. No todo secuestro es un delito de lesa humanidad. Si a eso vamos entonces nunca va a haber paz en Colombia, porque ¿cuántos secuestros hicieron las FARC en el pasado y que siguen haciendo? Ellos dicen que no, pero claro que siguen secuestrando.
Los actos terroristas son totalmente condenables y los de las FARC son unos bárbaros pero es que ellos son eso, un grupo armado, un grupo con el que estamos en guerra, y con el que estamos tratando de hacer la paz, y es el proceso que más avanzado hemos tenido con las FARC en toda la historia. Creo que va a culminar satisfactoriamente y merece darle una oportunidad y un respaldo, y no hay que inventarse toda clase de subterfugios o cambiar de posición todas las semanas como hace el doctor Óscar Iván Zuluaga.
¿Es decir que tendremos que tragarnos el dolor de la violencia de las FARC y el asesinato de más soldados y policías?
Si queremos terminar con las FARC tenemos que hacer la paz, porque no vamos a ser capaces sino en décadas de matar hasta el último miembro de las FARC.
Si queremos terminar con las FARC, firmemos la paz; lo otro es quedarnos en guerra eternamente. Hay gente a la que le parece que ocho mil personas en armas no son muchas, y que hay menos que antes, pero en el mundo no hay ninguna guerrilla con ocho mil hombres, la más grande es la colombiana.
¿No pudo el Estado colombiano derrotar por las armas a las FARC?
Pero hay muchas victorias militares, algunas de ellas se produjeron durante el gobierno del presidente Uribe, y otras, como les consta a todos los colombianos, la muerte de Cano y de Jojoy, en el gobierno del presidente Santos.
Las victorias militares tienen que servir para crear condiciones de paz. Se ha avanzado, el Plan Colombia ayudó mucho, las FARC se redujeron de manera significativa pero ahí están, siguen siendo una guerrilla muy grande y siguen perturbando la vida nacional, y si con la ayuda de toda la comunidad internacional, porque la tenemos, podemos darle fin a este conflicto, creo que hay avanzar en el proceso.
Esa especie de que negociar con las FARC es castrochavismo no deja de ser un poco ridícula, porque entonces hay que decir que el Papa Francisco es castrochavista, que Obama es castrochavista, que el secretario de Naciones Unidas, todos.
¿Entonces todo el que sea partidario de la paz es castrochavista? Como dice por ahí alguna parlamentaria del Centro Democrático, que somos comunistas y ateos, otros dicen que estamos entregados a las Bacrim y a las FARC.
¿Qué le pasa finalmente al país, doctor César Gaviria, si gana Santos, y qué le pasa si gana Zuluaga?
Si gana Santos vamos a seguir avanzando hacia un país moderno, hacia el fortalecimiento de las instituciones. Confío en que haya paz, en que podamos movilizar muchos más recursos para atender los problemas del pueblo colombiano en educación, en salud, en vivienda.
Y el doctor Óscar Iván, manejado por el presidente Uribe, nos haría un daño institucional, con él se van a deteriorar las instituciones del país.
El doctor Uribe hizo cosas buenas pero también hizo malas. Le hizo un daño enorme al sector judicial, le quitó piso, le quitó credibilidad, se dedicó a perseguir a sus contradictores políticos, a chuzarlos, a los magistrados de la Corte Suprema, a hacerle seguimientos. No queremos eso otra vez.
“Hay cierta tendencia de echarle la culpa a las FARC por todo lo que pasa”
Mié, 04/06/2014 - 11:59
Señor expresidente, quienes le conocemos sabemos de su buen humor. Ha llegado usted a la campaña de Santos bravo, a veces a gritar…
Es que en política no se hace claridad sino hablando
Es que en política no se hace claridad sino hablando