En 2013 David Holmes grabó, mediante una cámara instalada en el casco, el segundo en el que se generó el accidente que terminó con su vida.
El joven que viajaba a 156 kilómetros por hora, fue arrollado por un Renault Clio en un cruce de la carretera A47, de Honingham, Norfolk, Inglaterra. Un año después, la madre de Holmes decidió hacer públicas las imágenes de la fatal colisión para tratar de salvar las vidas de otras personas.
El conductor del vehículo admitió a los agentes de la Policía que él no había visto nada, ya que la moto circulaba a 156 kilómetros por hora.
El inspector en Jefe, Chris Spinks, director de la policía de Norfolk, dijo que el video fue contundente para ser presentado a la opinión pública. "Es impactante; sin embargo, esta es la realidad de las colisiones fatales. Las consecuencias son devastadoras para todos los involucrados. Firmemente creo que este material es lo suficientemente fuerte como para hacer que los pilotos reflexionen sobre su comportamiento en la carretera", señaló.
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