Uno de los sectores que más han sido golpeados por la corrupción en Bogotá, es el de la salud. Contrasta el hecho de que el presupuesto para la atención de los hospitales públicos se haya disparado de $500.000 millones a $1,3 billones anuales en los últimos 10 años, mientras que la calidad de los servicios se hizo cada vez más ineficiente y paupérrima. Al tiempo que se fueron configurando carruseles de contratación que desangraron los recursos destinados para ayudar a la población más vulnerable.
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De hecho, el exalcalde Samuel Moreno fue condenado a 18 años de prisión por su participación y conocimiento en las irregularidades que se presentaron en un contrato para la prestación del servicio de ambulancias suscrito por el Distrito y cuyo valor ascendió a 67.000 millones de pesos en 2009.
Se puede asegurar también que los hospitales públicos de Bogotá se convirtieron en la ‘caja menor’ de los concejales, los cuales impusieron gerentes, cuotas burocráticas y resultaron beneficiados de millonarios contratos en esas entidades a través de terceros o firmas recomendadas.
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Durante el gobierno de Moreno supuestamente se invirtieron 6 billones de pesos en el sector de la salud. Pero poco se avanzó en la construcción de infraestructura hospitalaria, pese a que el Concejo le aprobó 200.000 millones de vigencias futuras para la construcción de 5 hospitales, los cuales se frustraron a raíz de los escándalos en la adjudicación de los contratos. Hechos por los cuales están en la cárcel contratistas, concejales y particulares.
Durante la pasada administración de Gustavo Petro tampoco fue mucho lo que se avanzó en este sentido. No solo no se construyó un solo hospital nuevo durante todo su gobierno, sino que no se le añadió una sola cama nueva al sistema de salud del Distrito. En materia de contratación también se pudo determinar que por lo menos el 40% de los contratistas no estaban relacionados con la salud sino con funciones administrativas.
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Por todas estas razones este sector presenta un rezago de más de 15 años.
Salud, eslabón clave en plan social de Peñalosa
Ante este oscuro panorama el alcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa, diseñó un plan para rescatar al sector de la crisis en la que se encuentra, acabar con los carruseles de la contratación de los hospitales públicos y mejorar la infraestructura hospitalaria con inversiones que ascenderán a 2,5 billones de pesos.
Precisamente, por el hacinamiento que encontró en las salas de urgencias de los hospitales distritales del sur, que en algunos casos llegaba al 250%, la primera acción del alcalde Peñalosa fue declarar la emergencia sanitaria en el sur de la ciudad. El Hospital de Kennedy, por ejemplo, recibe hasta 300% más de los pacientes que puede atender durante los viernes, sábados y domingos.
La situación es grave cuando se tiene en cuenta que los hospitales de Meissen, Kennedy y Tintal atienden el 60 % de los bogotanos que viven en el sur de la ciudad.
Posteriormente, con 33 votos a favor y 1 en contra, la plenaria del Concejo de Bogotá aprobó cambiar el modelo con el que se venía manejando la salud pública en Bogotá. El proyecto de acuerdo, presentado por el alcalde Peñalosa, crea la Red Integrada de Servicios de Salud que aglutina a los 22 hospitales distritales, la que a su vez estará conformada por cuatro subredes: Sur, Sur Occidente, Norte y Centro Oriente.
Cada una contará con un gerente, quien actuará como un secretario de salud local. El gerente de la Red participará en la formulación y seguimiento del Plan Local de Desarrollo y del Plan Local de Salud, con la concurrencia de los alcaldes locales.
Esta integración de hospitales de todos los niveles de complejidad y con todos los servicios, contribuirá a reducir los trámites para autorizaciones y remisiones para acceder a ellos. La idea es que con este nuevo modelo mejoren los tiempos de atención, así como la calidad de los servios que se presten. De hecho, la Red contará con un sistema integrado de información, historia clínica y asignación de citas y no con 22 sistemas como opera hoy en día.
Como acciones complementarias al Acuerdo, se prevé la creación de 40 Centros Ambulatorios Especializados que estarán ubicados en todas las cuatro subredes, los cuales dispondrán de especialistas, laboratorio, rayos X y rehabilitación entre otros servicios. Estos centros operarán todos los días, incluidos los domingos, de 6:00 a. m. a 9:00 p. m.
El paso siguiente tiene que ver con la inversión prevista en los próximos cuatro año para construir seis hospitales, proyecto que ya está incluido en el Plan de Desarrollo que el alcalde pondrá a consideración del Concejo de Bogotá.
Para lograr este gran desarrollo en infraestructura hospitalaria el Distrito viene trabajando de la mano con la Financiera de Desarrollo Nacional para estructurar un paquete y construir esas seis obras mediante Alianzas Público Privadas en salud.
Así mismo, el Plan de Desarrollo buscará ofrecer un mejor servicio a la ciudadanía colocando al paciente en el centro de los servicios de salud, crear redes integradas de servicios que reduzca trámites para los usuarios. También se busca fomentar la innovación, la ciencia y la tecnología, fortalecer la EPS del Distrito y desarrollar un plan de obras de construcción, mejoramiento de hospitales y centros ambulatorios especializados.
Estas son las metas en salud de la administración Peñalosa para los próximos 4 años:
Estas son las metas previstas, en materia de salud, en el proyecto del Plan Distrital de Desarrollo de la administración de Enrique Peñalosa:
– Disminuir a menos del 95% los porcentajes promedio de ocupación de los servicios de urgencias en las instituciones adscritas (Hoy es del 250% en hospitales públicos).
– Lograr para la red pública distrital, adscrita a la Secretaria Distrital de Salud, el 100% de interoperabilidad en historia clínica y citas médicas a 2019.
– Disminuir hasta en 15% la insatisfacción con el acceso a la atención en salud de los afiliados a Capital Salud a 2019.
– Reducir a 5 días la oportunidad de la atención ambulatoria en consultas médicas de especialidades básicas a 2019 (Hoy es de 10 días).
– Reducir la tasa de mortalidad infantil a 8,16% por 1.000 nacidos vivos a 2019 (Hoy es de 9,6%).
– Reducir la tasa de mortalidad por neumonía en menores de 5 años a 6.63% por 100.000 menores de 5 años a 2019 (Hoy es de 7,9%).
