Tras la erupción del volcán Gran Sitkin, el Servicio Geológico de Estados Unidos declaró alerta roja para la aviación en Alaska, debido a que puede que aún queden partículas significativas de cenizas volcánicas en la zona. "El código de color de la aviación actual: Rojo", señaló el Observatorio Vulcanológico de AlasKa (AVO).
Su explosión produjo una columna de 4.500 metros. Durante el transcurso del día martes, el observatorio registró un aumento en la actividad sísmica de la zona, por lo que en horas de la mañana de este miércoles 26 de mayo entró en erupción durante uno y dos minutos.
Semanas antes, se habían reportado fenómenos naturales como elevadas temperaturas de la superficie, actividad sísmica en regiones aledañas y emisión de dióxido de azufre habrían influido en el resultado que se desencadenó.
De acuerdo con los datos obtenidos por el observatorio, la actividad sísmica del volcán se redujo, "desde esta explosión, la sismicidad ha disminuido y las imágenes satelitales muestran que la nube de cenizas se ha separado de la ventilación y se está moviendo hacia el este", señaló AVO. Sin embargo no se descarta la posibilidad de presentarse un evento similar.
Cabe recordar que este volcán esta situado al noreste del estado a poco menos de 2 mil kilómetros de la ciudad más poblada de Alaska, Anchorage.
El Gran Sitkin es un cono de ceniza de 1.740 metros de altura que se extiende entre las penínsulas de Alaska en Estados Unidos y Kamchatka, Rusia, y además hace parte del archipiélago de las Aleutianas.
El estratovolcán ha entrado en erupción tres veces durante el siglo XX. La actividad más reciente registrada durante ese tiempo fue en 1974, cuando se creo una cortina de cenizas de más de 7.600 metros de altura. En esta última década se presentaron explosiones pequeñas de vapor en el 2019.
En enero de 2020, el Monte Shishaldín también ubicado en la Alaska, expulsó una nube de cenizas de 8 kilometros de altura al cielo, lo anterior conllevó a retrasos y cancelaciones en los vuelos.