La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, prometió este sábado durante la cumbre del G7 en Hirosima (Japón) que la estrategia sobre seguridad económica que la institución tiene previsto presentar en junio será "proporcionada" y a la vez "precisa" con respecto al reto de reducir las dependencias del exterior, especialmente de China.
"La Comisión Europea propondrá el próximo mes una estrategia de seguridad económica independiente. Será proporcionada y precisa para tratar con los nuevos riesgos para nuestra seguridad económica", trasladó la alemana a los líderes del Grupo de los Siete en la sesión de la cumbre dedicada a este asunto, según una transcripción de sus palabras distribuidas por su equipo.
La jefa del Ejecutivo comunitario defendió un "orden internacional libre y justo", pero advirtió del "riesgo de que se utilicen las interdependencias (económicas) como arma" geopolítica.
"Debemos estar coordinados porque la fragmentación es cara y necesitamos predictibilidad para nuestras empresas. Por eso nuestra respuesta común es reducir los riesgos y no desvincularse (de China)", subrayó la alemana en la cumbre de líderes del G7.
En este sentido, Von der Leyen agradeció a Japón haber incluido este punto en la agenda de la cumbre y destacó que el país asiático está "a la vanguardia" en "este tema importante pero relativamente nuevo", por lo que el resto de participantes pueden aprender de la "experiencia japonesa".
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Las siete potencias acordaron hoy en un comunicado "trabajar juntos para asegurar que los intentos de convertir en arma las dependencias económicas al obligar a los miembros del G7 y a sus socios, incluidas pequeñas economías, a cumplir y adaptarse, fracasen y enfrenten consecuencias".
En particular, se mostraron preocupados por "el perturbador aumento de los incidentes de coerción económica que buscan explotar las vulnerabilidades y dependencias", y llamaron a todos los países a que se abstengan de ejercer estas prácticas, en una alusión a China, según fuentes del Gobierno estadounidense.
Por ello, el Grupo de los Siete (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido) y la Unión Europea se comprometieron a abordar las políticas y prácticas "designadas para reforzar las dependencias" y a contrarrestarlas, porque "minan el funcionamiento y la confianza en el sistema de comercio multilateral".
En este sentido, los líderes de estas potencias prometieron revisar las medidas existentes a nivel nacional, su efectividad y desarrollar otras nuevas para abordar el problema de forma efectiva.
El Ejecutivo comunitario tenía previsto, antes de la cumbre del G7, que presentaría su estrategia sobre seguridad económica en la segunda mitad de junio y el vicepresidente económico de la institución, Valdis Dombrovskis, ya dijo que "no debe convertirse en un pretexto para el mercantilismo y el proteccionismo".
"Estamos debatiendo cuáles son los riesgos a los que nos enfrentamos, cuáles son los instrumentos y cuál es la mejor manera de abordarlos", aseguró el ex primer ministro letón en un foro económico celebrado en Bruselas a comienzos de mayo.